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Gran final del BBK Masters

Espectáculo mayúsculo para cerrar la temporada de mano

Irujo dominó, pero sufrió mucho para vencer a un gran Barriola en uno de los partidazos del año.

BARRIOLA 16

IRUJO 22

Koldo AKORDARREMENTERIA | DONOSTIA

«No parpadeen porque se lo van a perder». Les suena, ¿no? Pues ahora cambien el deporte que dio origen a esa frase, y aplíquenla a la pelota a mano, porque lo que se vio ayer en el Atano III, fue un auténtico espectáculo. Vaya manera de acabar el año. ¡Qué deleite para los ojos! ¡Qué manera de correr, de pelotear, de finalizar y de defender! Las expectativas eran altas, pero Barriola e Irujo las superaron por completo.

Abel fue el claro dominador en los campases iniciales del encuentro. Su buen juego sumado a los fallos de Juan propiciaron la primera brecha, 5-1. Pero Irujo dijo basta. Poco a poco los pelotaris entraron en dinámica positiva ascendente, y empezaron a enzarzarse en preciosos y peleados tantos. El show ya había llegado a Donostia y, tras el aletargado inicio del partido, la tensión y el ritmo alcanzaron cotas insospechadas; con inverosímiles pelotazos y raras posturas, que hicieron las delicias de todos los pelotazales.

El juego era veloz y preciso. Latigazo tras latigazo, las defensas de ambos pelotaris eran extraordinarias. Se vieron pelotazos que en otras ocasiones hubieran sido tantos seguro, pero que en esta ocasión eran devueltos con una airosidad asombrosa, tanto por uno, como por otro. Claro está que en alguna ocasión la Diosa Fortuna hizo su aparición estelar para poner la pelota encima de la chapa. Pero la mayoría de esos imposibles restos eran realidad gracias a la elaborada y mecanizada técnica que poseen los dos protagonistas de ayer; seguramente dos de los mejores pelotaris de los últimos tiempos.

El partido iba parejo, pero Irujo se desató. La bestia rugió de nuevo. Ahora ya sí. Tenía sitio para respirar. Su existencia no estaba limitada por una verja, que cerraba su ímpetu en 4 cuadros y medio. Era amo y señor del terreno. Así el de Ibero logró una renta de 17-11 y, claro, los apostantes al alza felices.

Pero su juego dorado no fue perenne y Barriola también quiso unirse a la fiesta. El de Leitza empezó a arrimar todas las pelotas a Irujo, finalizó bien en los cuadros alegres, y el delantero de Aspe cometió algún error de libro, que animó mucho el cotarro. Barriola se creció. 16-18 en el marcador, y los apostadores al alza ya no tan felices.

Sin embargo, Abel tampoco pudo mantener el ritmo y Juan volvió a la senda del pelotazo largo y la técnica del «saque-remate al txoko» para pegar el último arreón en el marcador. 4 tantos seguidos, y 16-22 en el marcador. Al final, aunque sufriendo, Irujo se proclamó el nuevo txapeldun del Masters BBK con todo merecimiento.

Gran premio para todos

Al finalizar el encuentro Juan se mostró satisfecho, pero no tanto por el jugoso premio de los 18.000 euros, si no por haber demostrado «que puedo ganar en el mano a mano». Abel, en cambio, sabía que habían ofrecido un gran espectáculo, pero dijo no sentirse «satisfecho» porque el resultado no le fuera favorable. Aunque bien sabemos que no hará ascos al premio de los 12.000 euros. Por tanto, gran partido para la afición, y grandísimo colofón de la pelota a mano en el 2008.

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