El Congreso de EEUU arranca dejando fuera al sucesor de Obama en el Senado
El inicio de la 111 sesión del Congreso de EEUU estuvo marcado por la negativa del Senado a que Roland Burris tomara posesión de su escaño en sustitución del presidente electo Barack Obama. El gobernador de Illinois, acusado de corrupción, lo había elegido para el cargo.GARA |
Las acusaciones de corrupción contra el gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, salpicaron la constitución ayer del Congreso de Estados Unidos, que inició su sesión número 111. A principios de diciembre, el FBI arrestó a Blagojevich por haber intentado «vender» el escaño vacante del presidente electo Barack Obama. Las imputaciones se basan en las escuchas telefónicas realizadas al gobernador.
A pesar del escándalo y las peticiones de dimisión -incluso del propio Obama y del grupo demócrata en el Senado-, la semana pasada eligió a Roland Burris, ex fiscal general del Estado de Illinois, para ocupar el escaño dejado por Obama tras ganar las elecciones presidenciales. De ser así, sería el único senador negro en esta legislatura.
La ley estatal de Illinois autoriza a Blagojevich a nombrar al senador, pero tanto demócratas como republicanos consideran que, en medio del escándalo, ningún nombramiento que haga el gobernador es válido o libre de sospechas.
Bajo una intensa llovizna y rodeado de muchos periodistas y fotógrafos, Burris dijo que el Senado le rechazó la entrada pero que junto con su abogado analizará las opciones para acceder al escaño. En su tercera aparición ante los medios desde que salió de Chicago el lunes por la tarde, explicó que se le informó de que sus «credenciales no están en orden» y que no será aceptado como miembro del Senado.
Afirmó que no busca «ningún tipo de confrontación» con los senadores. Su abogado, Timothy W. Wright, remarcó que el rechazo de la entrada de Burris al pleno de la Cámara Alta para jurar su cargo es «un acto ilegal e indebido que viola las leyes de este país». «Analizaremos nuestras opciones y con seguridad les informaremos de nuestras decisiones pronto», adelantó. No descartó una denuncia ante los tribunales.
Burris tiene previsto reunirse hoy con el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, para negociar una salida. Mientras tanto, el Tribunal Supremo de Illinois no ha emitido un dictamen sobre la solicitud de Burris para obligar al secretario de Estado estatal, Jesse White, a certificar su nombramiento como sucesor de Obama.
Otro convertido nombramiento es el de Caroline Kennedy, hija del presidente John F. Kennedy, que aspira a ocupar el escaño de Hillary Clinton por Nueva York. Pero apenas tiene experiencia política por lo que no convence a la esfera de poder ni a sus conciudadanos, que dudan de su capacidad para ocupar el cargo.
Quien sí obtuvo el escaño por Minnesota es el demócrata Al Franken que venció al republicano Norm Coleman, que impugnará el escrutinio alegando que el recuento se hizo de manera poco transparente.
De hacerse oficial la victoria del demócrata Franken, escritor y ex actor del programa Saturday Night Live, frente al republicano Colemman, el Partido Demócrata controlará 59 de los 100 escaños de la Cámara.
Leon Panetta, ex jefe de gabinete de la Casa Blanca durante la Administración de Bill Clinton, será el nuevo director de la CIA. El presidente electo Barack Obama hará público su nombramiento en los próximos días. Panetta, de 70 años, es una personalidad política. En los círculos de Washington es conocido por su fama de gestor y capacidad en materia presupuestaria, pero carece de experiencia en asuntos de inteligencia. Entre 1976 y 1992 representó a California en el Congreso. En la actualidad, es profesor de política en la Universidad de Santa Clara de Clara y dirige el Panetta Institute, fundación creada por él mismo para el análisis político.
Desde los atentados del 11 de setiembre, la CIA, creada en 1947 y con sede en Langley (Virginia), se ha enfrentado a varias crisis de liderazgo y a numerosos escándalos de gran calado en la opinión pública internacional, como el empleo de la tortura a los presos en la base militar de Guantánamo y en las cárceles secretas que mantiene Estados Unidos.
La elección de Panetta, que está aún pendiente de confirmación oficial, recibió una fría acogida tanto en los medios como en el Congreso estadounidense.
Obama reconoció que el grupo demócrata en el Senado era contrario a la designación de Burris porque «no pueden aceptar un nombramiento de un gobernador acusado de haber intentado vender este mismo escaño».