Ya es definitivo. Mikel Arruabarrena defenderá la camiseta azulgrana hasta el próximo 30 de junio. Con el jugador, el Legia y el Eibar de acuerdo, sólo faltaba la llegada del tránsfer para que la operación se cerrase. Ayer llegó a las oficinas de Ipurua, hoy será remitido a la LFP y el delantero tolosarra podrá vestirse ya de corto.

Con el trámite cumplido, Carlos Pouso puede incluso contar con él para la visita del próximo domingo al Girona, aunque parece improbable que le incluya en la expedición, teniendo en cuenta que Arruabarrena no ha competido demasiado con el Legia y se encuentra, además, de vacaciones desde mediados de diciembre. El técnico, de todos modos, confía en que, tal y como aseguró el propio jugador, el trabajo que ha estado haciendo por su cuenta, le permita alcanzar a sus nuevos compañeros con prontitud. Pouso, además, reconocía que el hecho de tratarse de un jugador vasco y con conocimiento de la categoría facilitará mucho su adaptación. Algo especialmente importante en los fichajes de invierno «porque ahora no hay tiempo para nada. No es como cuando empieza la pretemporada», explicó el técnico.

Ése es el motivo, de hecho, del escaso éxito que ha tenido entre los dirigentes azulgranas la lista de posibles cesiones del Athletic, en la que se encuentran jugadores como Urko Arroyo o Álvaro Líbano. Ambos gustan al cuerpo técnico, pero el salto de categoría exige un período de adaptación que, a estas alturas de la temporada, se considera demasiado largo.

Las puertas del equipo, de todos modos, siguen abiertas. Aunque la llegada de Arruabarrena y la esperada recuperación de Germán Beltrán alivian considerablemente la situación de la delantera, los responsables deportivos del Eibar siguen trabajando en la llegada de otro atacante. Parece que en este caso, sin embargo, se lo tomarán con más calma.

El equipo, por otra parte, sigue preparando la visita a Montilivi. Un choque para el que Pouso recupera a Txiki Lombraña -el sábado cumplió partido de sanción- y para el que no están descartados Carmelo, Insa o Germán, ya recuperados de sus problemas físicos, aunque precavidos en su recuperación.