El problema son las cloacas, no los túneles
Una de las batallas centrales en Oriente Medio es la destinada a establecer la agenda informativa del conflicto bélico. Se trata de determinar sobre qué y de qué manera hay que informar respecto a la ocupación de Gaza. La negativa de Israel a permitir cualquier tipo de testigo, sean personal humanitario o periodistas, implica una gran ventaja para la parte sionista en este terreno. Y, evidentemente, supone una gran desventaja para los medios de comunicación independientes y para las agencias humanitarias. Por supuesto, la agenda informativa tiene relación directa con la agenda política y con las prioridades para la región.
En términos históricos y morales es posible que la cuestión humanitaria sea la de mayor urgencia, en todos los sentidos y en cada uno de los momentos de aquí a que pase esta fase de la guerra. Establecer cuáles son las prioridades políticas es, sin lugar a dudas, mucho más complejo. Cabría pensar que es a las Naciones Unidas a quien corresponde establecer las prioridades en este terreno, pero es precisamente aquí donde más en evidencia está quedando esa estructura.
Ayer los representantes occidentales asociados a la ONU hicieron un esfuerzo ímprobo por relacionar los túneles que recorren el subsuelo entre Egipto y Gaza a un posible alto el fuego, estableciendo este tema como prioritario. Del tema hablaron Sarkozy, Mubarak y Blair. Hay que recordar que por esos túneles pasan mayormente combustibles y víveres destinados a la población de Gaza. También armas, sí, pero no las que ayer mismo destruyeron dos escuelas construidas y gestionadas por la propia ONU, ambas perfectamente señalizadas, matando a medio centenar de civiles. Por ello, cabe señalar que el auténtico problema en Palestina ahora son las cloacas sobre las que se asientan las estructuras políticas de las Naciones Unidas. Por ellas transitan intereses totalmente ajenos a las prioridades de la zona y a las necesidades de los palestinos, que sufren una masacre ante la total pasividad de la comunidad internacional.