Siempre que las condiciones del terreno de juego no lo impida -ayer la capa de nieve era de tres centímetros y la inferior de hielo de dos-, el Deportivo Alavés debe comenzar a templar una situación que, a pesar del temporal invernal, se está poniendo demasiado caliente tras las últimas derrotas. En el debut de Manix Mandiola en Mendizorrotza, el rival será un Celta en clara progresión que pondrá las cosas muy complicadas tras sus dos últimas victorias.

El del entrenador, que negó sentir nada especial ante su bautismo en Mendizorrotza, podría no ser el único, ya que el técnico eibartarra podría hacer debutar como titular en el carril izquierdo a un Óscar de Marcos que ya tuvo sus primeros minutos ante el Tenerife.

No será ésta la única novedad que presentará el once albiazul, ya que el técnico alavesista ha tenido que cubrir las bajas de César Caneda y de Almirón, sancionados el domingo pasado en Huesca. En este caso, Mandiola ha apostado por sustitutos naturales y Mateo hará de central junto a Pablo Casar, mientras que Iñigo Kalderon recuperará el carril derecho que perdió la semana pasada.

El Celta quiere demostrar que también es capaz de mostrar un buen nivel contra los equipos de la zona baja de la tabla, después de haber ganado a cuatro de los cinco primeros clasificados. Sin embargo, el cuadro céltico ha encontrado muchos más problemas cuando ha jugado ante equipos de la zona baja de la tabla, en un problema que se ha admitido sin ambages.