Maite SOROA
Casi todos descontentos
Al final el juicio contra los cinco dirigentes de la izquierda abertzale, los dos del PSE y el lehendakari Ibarretxe ha quedado en agua de borrajas. Y , aunque parezca increíble, a casi todos les ha parecido mal.
El editorialista de «Noticias de Gipuzkoa» no disimulaba su preocupación por este cierre «técnico» del asunto porque, cree, «habrá que concluir que la penalización del diálogo político queda al albur de la interpretación que hagan los jueces, la Fiscalía o las acusaciones particulares del diálogo político en búsqueda de la paz, según quiénes lo protagonicen y con quién. Desde cualquier punto de vista es lógico este archivo de la causa, sencillamente porque la causa misma era un disparate en el que se empecinaron el presidente y un magistrado del TSJPV motivados por un impulso político contra el nacionalismo vasco que en aquel momento activaba el PP». ¿No se puede denunciar al tal juez por ello?
El escriba de «El Correo Español» proclama con ufanía que «éste ha sido un procedimiento en el que se han guardado, como no podía ser de otro modo, todas las garantías judiciales», para aseverar a continuación lo que nadie cree: «Ni lo que se ha sentado en el banquillo es la licitud del diálogo considerado genéricamente, ni los contactos para tratar de acabar con ETA han resultado victoriosos con el archivo decretado ayer». Pues ya nos contará el editorialista qué es lo que se pretendía juzgar...
El de «El País» se mostraba más prudente: «Si en las condiciones de abril o de julio de 2006 era conveniente o contraproducente que el lehendakari o Patxi López se entrevistasen con Otegi es algo discutible por definición. Pero llevar esa cuestión al terreno penal supone imposibilitar el debate». De eso, precisamente, era de lo que se trataba, ¡hombre!
El que lo tenía claro era el de «Abc», que tras dejar sentado que «el TSJPV ha cerrado en falso el juicio al lendakari Ibarreche», alertaba a la población: «esta causa contra los interlocutores de la negociación política con una organización ilegal y terrorista como Batasuna está revelando la necesidad de proteger al Estado de Derecho y la integridad de las sentencias judiciales que aplican la ley de Partidos Políticos». O sea, que hay que cuidarse de los jueces. Bien está que lo digan.
Y termino con el «El Mundo», en cuya opinión, «el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha dejado desamparadas a las víctimas de ETA». Pues que les apliquen la Ley Antiterrorista...