El 94% de los contratos a los jóvenes fueron de carácter precario en 2008
El mercado laboral vasco cerró 2008 con más de un millón de contratos registrados, pero tan sólo uno de cada once fueron indefinidos. Entre los jóvenes, el 94,4% de los contratos tuvieron carácter precario. La tasa de temporalidad de Hego Euskal Herria casi duplica a la europea y, además, alrededor de 400.000 trabajadores vascos perciben salarios inferiores a los mil euros mensuales; el 70% de los mismos no sobrepasa de los 800 euros al mes.
Juanjo BASTERRA |
El balance de la contratación laboral en Hego Euskal Herria durante 2008 es negativo. La precariedad laboral no remite a pesar de las diferentes reformas laborales que, en teoría, buscaron afianzar los puestos de trabajo de carácter fijo. Los empresarios, como se demuestra a lo largo de las sucesivas reformas laborales y fiscales, aprovechan las ayudas y subvenciones para contratar nuevo empleo, más barato, y desechan aquellos puestos con más antigüedad.
El año pasado se firmaron en Hego Euskal Herria un total de 1.061.684 contratos de trabajo y sólo 97.006 tuvieron carácter indefinido o se convirtieron en fijos. Supone que en los pasados doce meses el 90,86% de la contratación fue temporal.
En Nafarroa se firmaron 238.821 contratos, el 89,19% tuvo carácter temporal, aunque es el herrialde que tiene el punto más bajo de precariedad del mercado laboral. En Bizkaia se rubricaron 441.411 contrataciones, aunque la temporalidad es la más alta, con 91,61%. Araba, con 139.029 contratos, roza los niveles máximos vizcainos de temporalidad con un 91,23%. En Gipuzkoa llegaron a 242.423 contratos en 2008, de los que casi el 91% fueron temporales.
60.045 contratos menos
En conjunto, durante el año pasado se han firmado 60.045 contratos menos de trabajo y, por otro lado, han sido 7.767 contratos fijos por debajo de 2007, que puede atribuirse a la crisis económica, pero hay que tener en cuenta que en el último cuatrienio cerrado se han firmado en cada uno de los años más de un millón de contratos.
La contratación precaria tiene rostro de joven trabajador menor de 25 años, puesto que el 94,4% de los contratos firmados a trabajadores menores de 25 años fueron temporales. Además, los jóvenes trabajadores duplican la temporalidad media. En Hego Euskal Herria la población ocupada en estos momentos no llega a 1,3 millones de trabajadores, por lo que el recurso a la contratación temporal parece bastante exagerado y es, desde luego, el principal artífice de que las tasas de paro de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa se encuentren por debajo de los niveles del Estado español, dado que la tasa de rotación del empleo es mayor.
Esta situación tiene consecuencias directas sobre la falta de calidad en el empleo y el aumento de los accidentes de trabajo. La media del último cuatrienio indica que se han firmado 11 contratos temporales por cada fijo que se ha cerrado. La tasa de temporalidad se sitúa en el 91,66%.
El 75% de los contratos tiene una duración inferior a un año. Un 65% no llega a seis meses y el 40%, más o menos, no supera el mes de antigüedad en la empresa. Con estas perspectivas, los empresarios, además, buscan el despido más barato.
En un análisis exhaustivo que el Inem hizo público en 2008 sobre la contratación en Bizkaia se constata que el 46,55% de las personas contratadas registra el 16,56% de los contratos en un año. Son las que tienen «sólo un contrato». Sin embargo, un 2,73% de las personas contratadas en el herrialde vizcaino durante 2007, «y esta tendencia se mantuvo en 2008», suponen el 24,67% de la contratación. «Cada una de ellas tiene más de 15 contratos. La proporción es de 25,43 contratos por persona», dice el Inem. Es decir, se está produciendo una elevada precariedad utilizando «la excesiva rotación», que en Bizkaia tiene un mayor impacto que en mercado de trabajo de Araba, Gipuzkoa y Nafarroa.
Por otro lado, entre enero y setiembre de 2008, que es el último período del que se disponen datos, las horas extraordinarias oficiales se han incrementado un 17,52% respecto a igual período de 2007. Suman 3,2 millones de horas extraordinarias. Se calcula que por cada hora oficial hay entre dos o tres más que se ocultan. Así, los empresarios se ahorran la cotización y muchos trabajadores deben recurrir a las mismas para llevar una nómina «normal». Teniendo en cuenta esos datos se podrían haber creado otros 1.885 puestos de trabajo fijos con las horas extras oficiales, aunque llegarían a 7.500 puestos más con todas las jornadas extras.