Will Smith cambia risas por drama en «Siete almas», una historia de redención
Aunque dice sentirse más cómodo en la comedia pues la risa es para él una «necesidad emocional, espiritual y física», Will Smith regresa este viernes a la gran pantalla con el drama «Siete almas».
GARA | MADRID
«Quiero hacer muchas diferentes clases de películas», explicó ayer el actor ante los medios haciendo alarde de sus conocimientos de castellano. Para Smith, quien recaló ayer en Madrid dentro de su amplia gira europea de promoción y que no dejó de bromear durante toda su comparecencia, la comedia es su «espacio natural», aunque el drama le está ayudando a «crecer como actor», añadió ya en inglés. Por este motivo, y por la oportunidad de volver a trabajar con el realizador Gabrielle Muccino, quien ya le dirigió en «En busca de la felicidad» -cinta que le valió una de sus dos candidaturas al Óscar-, Will Smith aceptó rebajar su salario y meterse en la piel de un personaje con el que, por primera vez en su carrera, tuvo dificultades para identificarse.
«Probablemente sería capaz de tomar sus decisiones, pero quizá no lo haría», matizó el intérprete al referirse a Ben, un supuesto agente del fisco que decide sacrificarse y brindar todo tipo de ayuda -financiera, espiritual o médica- a personas desesperadas como cauce para su propia salvación. Pero su estudiado plan se verá alterado cuando entre en escena Emily Posa (Rosario Dawson), una paciente con problemas cardiacos de la que Ben se enamora y que le hace plantearse las posibilidades más altruistas del amor.
«No me gustaría que esta película fuera comparada, por ejemplo, con `Soy leyenda'», dijo Smith que, entre bromas, atribuyó su éxito al tamaño de sus orejas. «Yo, Barak Obama y Mickey Mouse demostramos que las orejas son una especie de fetiche en América», afirmó restando importancia al hecho de que sea el actor más taquillero de 2008 según una encuesta reciente. En este momento, curiosamente, se ha embarcado en la producción del remake americano del éxito francés «Bienvenidos al Norte», del director Dany Boon, pues, como explicó, quiere «conocer gente y ampliarse como actor y director».
«La victoria de Obama no es un logro sólo para EEUU, sino para toda la humanidad», sentenció el dos veces nominado al Óscar, quien considera que la elección de un negro para ocupar la Casa Blanca es como una «explosión revolucionaria». «Jamás un esclavo de un Imperio había sido elegido para ocupar el cargo más alto de ese Imperio», afirmó.