«Vemos dibujado un futuro sombrío. Todo lo que ha abarcado y representado Kafe Antzokia hasta la fecha, es decir, un sinfín de proyectos de colaboración desde la solidaridad, novedosas propuestas para la compactación y convivencia de nuestra comunidad lingüística, los puestos de trabajo de muchos trabajadores y otras áreas de actuación han sido gravemente dañadas por esta sanción». Con estas palabras resumían representantes de Kafe Antzokia de Bilbo la situación creada tras el cierre por un mes y la multa de 2.000 euros que la Concejalía de Seguridad Ciudadana, con Eduardo Maiz al frente, impuso la semana pasada a este conocido local bilbaino.

En una multitudinaria rueda de prensa celebrada a la intemperie, justo en el pórtico que da acceso al local que ahora se encuentra precintado, miembros de Kafe Antzokia, respaldados por los trabajadores afectados por el cierre y numerosos nombres del ámbito artístico vasco como Rafa Rueda, Anje Duhalde o Juan Antonio Urbeltz, entre otros, dieron a conocer su punto de vista sobre unas circunstancias que calificaron de «graves» por la trascendencia y perjuicios que conlleva, así como por el hecho de que, «en sus trece años de funcionamiento, Kafe Antzokia no ha recibido ninguna sanción ni multa del Ayuntamiento de Bilbo o de ninguna otra administración. Sin embargo, aún siendo la primera, ésta que nos ocupa ha supuesto su cierre cautelar durante un periodo de un mes».

La intervención de los representantes de Kafe Antzokia se centró en valorar la trayectoria de esta entidad desde su fundación en 1994, referirse a la cronología y los detalles del cierre en cuestión y, por último, realizar algunas consideraciones acerca de la sanción impuesta por el Ayuntamiento.

Xabier Monasterio, uno de los encargados de dar a conocer la respuesta de Kafe Antzokia, fue desgranando algunos elementos que han configurado la actividad de este recinto en todos estos años. Entre ellos mencionó «la amplia oferta cultural de todos estos años que, además de dar especial cobertura a los artistas vascos de todo género, ha abierto también sus puertas a los de fuera, creando todo un referente en Bilbo, en Euskal Herria y a nivel internacional. Los datos son demoledores: contando charlas, encuentros, conciertos, presentaciones de discos y libros y otros tipos de eventos culturales, se han programado más de 3.000 eventos en los que han tomado parte alrededor de 1.200.000 personas. Esta amplia oferta ha dado aliento a los euskaldunes de Bilbo. ¿Cuántos jóvenes bilbainos conoce usted, señor Maiz, que no estén orgullosos del Kafe Antzokia, sean euskaldunes o no?», preguntó directamente al concejal de Seguridad Ciudadana.

En esa misma línea, Monasterio rebatió los planteamientos de Maiz, «porque, al contrario de lo que dio a entender en la penosa rueda de prensa de la semana pasada, Kafe Antzokia no es un antro que saca su beneficio ilegalmente a altas horas, sino un punto de encuentro surgido del mundo cooperativo». Y le volvió a inquirir: «¿Acaso tiene el Ayuntamiento algún proyecto para garantizar los derechos de quienes somos euskaldunes, queremos serlo y quienes están a favor del euskara? ¿Cuál es el proyecto del Ayuntamiento en torno a las noches y conciertos de festivos y fines de semana en Bilbo?».

A renglón seguido, el representante del Kafe Antzokia aseguró que «este tema siempre nos ha preocupado y, por ello, para que los clientes se encuentren seguros, hemos tomado diversas medidas de seguridad: limitar la cantidad de gente que accede al interior, señalar específicamente zonas de entrada y de salida, ordenar el acceso para que, una vez lleno el local, sólo acceda cierta cantidad de gente cuando haya salido la misma cantidad... Nunca ha habido ningún riesgo para las personas», añadió.

Aforo legal y capacidad real

Más allá de todas estas precisiones, Monasterio incidió en un hecho crucial para entender lo sucedido: «El aforo legal del Kafe Antzokia no corresponde a la capacidad real del mismo. La capacidad del local permite que el aforo sea elevado considerablemente, habiendo estado siempre abiertos a tratar el tema con el Ayuntamiento en aras a conseguir un acuerdo que beneficie a todos, es decir, usuarios, Ayuntamiento y Kafe Antzokia, porque es de interés público que un local con el peso específico que tiene, tenga la protección y respaldo que le corresponde por parte de los poderes públicos».

A este respecto, señalaron que técnicos de Protección Civil les han informado que, con «una pequeña obra» (apertura de una salida más por la parte de atrás), se podría llegar a una solución que abriría la posibilidad, incluso, «de duplicar la capacidad del local» pero, para ello, «se necesita el permiso correspondiente por parte del Ayuntamiento». Sin embargo, «y, a pesar de que hasta el último momento hemos intentado dar una solución al problema, nos ha sido imposible porque no ha habido voluntad por parte del Departamento de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Bilbo».