La casa en la que el lunes falleció una mujer de 48 años está situada en la parte trasera de la catedral de Baiona, en la calle Pilouri, y el fuego se inició pasadas las 21.00. Los bomberos recibieron la llamada de aviso a las 21.09 y desplegaron un dispositivo formado por 25 especialistas y cuatro camiones, pero pese a ello necesitaron más de dos horas para apagar las llamas. Declararon extinguido el incendio en torno a las 23.15.

La víctima mortal tenía 48 años y residía en el cuarto piso. Los bomberos la hallaron en el tercer piso, sin conocimiento, y todos los intentos de reanimarla resultaron baldíos. Al parecer, trató de huir, pero el humo le provocó un estado de inconsciencia que derivó en la muerte.

Tres bomberos resultaron, además, heridos leves a consecuencia del fuego y, en concreto, tras derrumbarse una escalera interior.

Todos los habitantes del edificio fueron desalojados, y para la mañana de ayer habían podido retornar a sus hogares, si bien todavía con un gran susto en el cuerpo y con una preocupación mayor tras conocer los motivos que originaron el fuego.

Según todos los indicios, las llamas se extendieron a consecuencia de un cortocircuito en el cuadro eléctrico de estas viviendas, en clara situación de deterioro desde hace tiempo, según las denuncias de los vecinos. Al parecer, la instalación eléctrica de la vivienda no se había revisado hacía tiempo.

Se trata, además, de viviendas cuya composición interna es muy peligrosa, dado que son estrechas y alargadas y tienen una única salida, lo que dificulta la huida en caso de desatarse el fuego. Buena parte de su estructura es de madera, y están pegadas unas a otras.