Difícil seguir así
Iñaki IRIONDO
Eusko Alkartasuna son en realidad dos partidos distintos que conviven ignorándose unas veces, soportándose otras y haciéndose daño las más. La EA mayoritaria domina la Ejecutiva y la Asamblea nacionales. Los críticos controlan el aparato guipuzcoano y cuentan con nombres en otros territorios. Los primeros son partidarios de desligarse del PNV y los segundos buscan mantener unido al «nacionalismo institucional». Los primeros abogan por acumular fuerzas independentistas y los segundos odian a la izquierda abertzale (las experiencias personales han influido también en ello). Las actuaciones del sector crítico, en los momentos sensibles, han traspasado a veces los límites del debate interno y se han adentrado en la censura pública a través de los medios de comunicación. Los últimos ejemplos con cartas de concejales y de renombrados militantes bien posicionados. El sector mayoritario acusa a los críticos de actuar con deslealtad y éstos les reprochan imponer sus decisiones allá donde son minoría. Resulta extremadamente difícil comprender por qué siguen juntos cuando las diferencias son tan acusadas y tan improbable la posibilidad de dar la vuelta a la correlación interna de fuerzas.