Los grandes triunfos del Athletic siempre se han forjado más en la fortaleza del grupo que en la inspiración individual. Sin embargo, el segundo tramo de esta primera vuelta recién finalizada contradice esta tradición con la figura emergente de un Fernando Llorente decisivo en la materialización de la remontada que ha llevado al equipo hasta la novena plaza.

Si consideramos que la escalada se inició en la décima jornada con el empate conseguido en Mallorca -desde entonces sólo se ha perdido en A Coruña-, la participación del pichichi rojiblanco ha sido determinante. De la veintena de goles que ha anotado la escuadra vizcaina desde entonces, casi la mitad han llevado la firma del delantero, que comenzó a ver puerta a partir de ese momento, consiguiendo ocho de los nueve goles que en total ostenta.

La aparición del espigado ariete no pudo ser más oportuna. A esas alturas de Liga, el Athletic estaba en puestos de descenso, con un Joaquín Caparrós muy cuestionado. Los leones tuvieron un inicio de competición francamente malo, con derrotas inesperadas a domicilio ante Almería y Getafe, que colocaron la cabeza del técnico utrerano en la picota.

Inicio complicado

La llegada del tramo más complicado del torneo no hizo sino acrecentar la sensación de crisis. Cuatro derrotas consecutivas ante Sevilla, Barcelona, Real Madrid y Villarreal, pese a que contra culés y merengues el conjunto vizcaino dejó una mejor impresión, no hicieron sino acrecentar el temor de la grada.

Sin embargo, a partir de ahí se alejaron viejos fantasmas, el bloque rojiblanco consiguió hacerse fuerte en San Mamés -sólo el Espanyol ha arrancado un punto desde entonces- y trasladó esa misma seguridad a sus desplazamientos, obteniendo sendas victorias consecutivas en sus visitas al Ruiz de Lopera y Vicente Calderón

Ahora, con la ilusión añadida de repetir hazañas coperas pasadas -a un paso de llegar a semifinales si se consigue superar al Sporting-, el Athletic buscará prolongar su racha positiva en la otra mitad liguera. Aunque el conjunto ha ganado en prestaciones, nadie duda que para que eso siga siendo así, también Llorente deberá dilatar su acierto.