Arranca el FIPA entre el cierre de una época y la ilusión en una nueva etapa
La 22 edición del Festival Internacional de Programas Audiovisuales (FIPA) de Biarritz empezó ayer con la presentación de sus jurados y el homenaje a Jacques Doniol-Valcroze como símbolo del cierre a una época que se acaba. El delegado general, Pierre-Henri Deleau, deja su puesto después de 22 años y empleó la ceremonia de apertura para hacer un recuerdo a su mentor. Hasta el próximo sábado se podrán ver 400 programas, 64 de ellos en la Sección Oficial.
Idoia ERASO | BIARRITZ
«Ya he hecho 22 ediciones de FIPA y ahora estoy un poco cansado; es una maquinaria pesada y creo que hace falta sangre nueva», declaró ayer el delegado general, Pierre-Henri Deleau, en el acto inaugural de festival para explicar su partida. «El paisaje cambia mucho y tal vez debería de cambiar el formato del festival. Ahora se puede ver la televisión en el teléfono móvil, en cualquier sitio. La lógica me dice que debería dejar el lugar a alguien nuevo que sepa adaptarse a la nueva televisión», afirmó.
Todavía no se sabe quién será el sucesor de Deleau ya que la decisión se tomará hacia finales de marzo, momento en el que está previsto que se reúna el Consejo de Administración. El seleccionador subrayó la dificultad de su trabajo: «Para esta edición he visto 1.500 programas y he elegido 64 en la Selección Oficial. Durante cuatro meses he estado viendo películas durante 12 o 13 horas al día, no hay más vida que eso». Para poder hacer frente a esa dureza del trabajo que describió, propuso que el puesto se repartiese entre dos delegados diferentes, uno para las ficciones y otro para los documentales y reportajes.
Ceremonia de apertura
La última ceremonia de apertura con Deleau como delegado de FIPA tuvo lugar ayer en la sala Gare du Midi. En ella, el representante decidió «cerrar el círculo» y hacer un homenaje al que fue su mentor y uno de los creadores de la Nouvelle Vague y la prestigiosa revista Cahiers du Cinema, Jacques Doniol-Valcroze. «Jacques murió en la sala de FIPA cuando era presidente del jurado al final de la ceremonia de apertura de FIPA hace 20 años», explicó Pierre-Henri Deleau.
Para celebrar el aniversario y homenajear al artista, «Jacques Doniol-Valcroze. Les Cahiers d'un cineasta» fue la cinta que inauguró el certamen. «Es una película que ha hecho su mujer, que estaba en la sala cuando ocurrió. Jacques actuaba en la película de apertura y hacía de director de cine. Decían de él que no era un gran director y, cuando se encendió la luz, dijo `¿veis cómo soy un buen director?', y se cayó al suelo con un aneurisma. Una hora más tarde murió en el hospital. Gracias a la película ha estado vivo en la sala otra vez», argumentó el seleccionador del film que se proyectó ayer.
Calidad
El delegado general se concentró en presentar una «programación de calidad». La directora y actriz Caroline Huppert, presidenta del festival, resumió el certamen como «cinco días de televisión ideal, como dice la tradición, y que tratamos de mantener desde hace 22 años». Según declaró Pierre-Herni Deleau es gracias a esta apuesta por la calidad por lo que el festival mantiene su buena salud. «Cada año el número de espectadores aumenta entre 1.000 y 1.500 y vienen una centena de profesionales más. En total se acercan a Biarritz alrededor de 1.500 profesionales de todos los puntos del mundo. En las salas se reunieron el año pasado unos 28.000 espectadores, en tan solo cinco días», informó.
Las temas conflictivos se repiten en los trabajos seleccionados. «Es verdad que los cineastas tienen tendencia a contar lo que va mal. La mayoría de las películas interesantes hablan de situaciones difíciles» declaró la presidenta del certamen. Asimismo, añadió: «La televisión tiende a mostrar lo mayoritario, aquí estamos para mostrar los programas minoritarios».
«Esta edición es muy rigurosa. Por ejemplo hay dos documentales que tratan sobre el código de honor en Albania, que permite matar a mujeres y a niños para vengar a la familia. También hay una película que trata sobre los coros en las cárceles de Sudáfrica, formados por gente que ha sido condenada por robo o asesinato. En un momento dado la película es tan bonita que es como una comedia musical de los años 60 en Hollywood», aseguró el delegado general.
Balance positivo
También será la última edición de la actual presidenta, Caroline Huppert. «Es mi tercer año, está establecido que la presidencia dure tres años y me parece interesante que sean personas de medios diferentes las que supervisen el festival». Por otra parte, hizo una valoración positiva de su gestión: «Creo que ha estado bien, sobre todo porque especialmente durante los últimos años ha habido mucha gente en las salas. Cada vez viene más gente y eso es un éxito».
Por su parte, Deleau también consideró positiva la acogida del público. «Ahora hay gente que viene de todas partes y confía en nosotros, viene a ver películas totalmente desconocidas porque FIPA tiene la imagen de que les sorprenderá y no les decepcionará». Pero también mostró el lado negativo sobre la poca presencia en las televisiones de los programas mostrados en Biarritz: «Finalmente el público es más curioso que los directores de los canales televisivos que no compran el programa. Para mí ha sido una bonita aventura, pero un poco frustrante».
Caroline Huppert, sin embargo, dio la vuelta a la misma falta de interés de los directores de los canales televisivos y señaló el lado positivo. «Cada vez viene más gente al festival por la rareza de los programas y la dificultad para poder verlos en otros lugares. Los espectadores se dan cuenta de la suerte que tienen de asistir a programas de calidad», apuntó.
El jurado está formado por 25 personas de 19 paises y 5 secciones diferentes. Ayer se hizo la presentación del mismo en el Hôtel du Palais de Biarritz, entre los que se pudieron ver a la famosa actriz Emmanuelle Béart o al director Edouard Niermans.
La Sección de Ficción Dramática está presidida por director checo Jiri Menzel. Junto a él decidirán el FIPA de oro el director canadiense Roger Frappier; el director francés Maurice Frydland; Haïm Bouzaglo, director de origen israelí; y por último Ermek Shinarbaev, venido desde Kazakhstan.
El jurado de la Sección de Series y Telenovelas, presidido por el director y guionista francés Édouard Niermans, elegirá entre cinco programas europeos y americanos. Junto con él, estarán la actriz belga Stéphane Bissot, el director tunecino Rachid Ferchoui , el escritor islandés Pétur Gunnarsson y la directora y periodista belga Hadja Lahbib.
Zhang Xian Min, actor chino, es el encargado de presidir la prestigiosa Sección de Documentales de Creación y Ensayos. El director belga Hugues Le Paige; Atahualpa Lichy, director venezolano; Karel Prokop, también director del Estado francés; y, por último, la productora y guionista venida desde Costa Rica Ishtar Yasin acompañarán a Xian Min.
Los grandes reportajes tienen a Jocelyne Saab como presidenta del jurado, junto con el director de Luxemburgo Andy Bausch, la actriz Emmanuelle Béart, la periodista egipcia Amina Hassan y el director Michael Raeburn.
La realizadora mexicana Marisa Sistach preside la Sección de Música y Espectáculos. El productor italiano Carlo Fuscagni, el director André Jouve, el escritor rumano Bujor Nedelcovici y el músico ruso Michael Sadanowsky acompañan a Sistach en el jurado.
Por último, el jurado del premio Mitrani está presidido por Franck Philippon.
Los nombres de los ganadores elegidos por los jurados se sabrán el próximo sábado en la ceremonia de clausura que se celebrará en la Gare du Midi. «Ganar un FIPA da mucho prestigio y todo el mundo está muy contento si lo logra. Cuando un programa gana se hacen eco de ello todos los periódicos del país del ganador», declaró el delegado general del festival de Biarritz.
«Cada año el número de espectadores aumenta entre 1.000 y 1.500, y vienen un centenar de profesionales más. En total, se acercan a Biarritz alrededor de 1.500 profesionales que vienen de todos los puntos del mundo», señaló Deleau.
