Las direcciones de PSN y Nafarroa Bai se reunieron ayer en Iruñea en la primera cita de la ronda abierta por el partido de Roberto Jiménez para hablar de la «estabilidad municipal». El punto más caliente era la situación en Zizur Nagusia, donde el PSN dejó solo en el gobierno a NaBai hace mucho tiempo y éste manda en situación muy preciaria. En este momento, sólo tiene tres ediles de un total de diecisiete: una concejal se pasó al Grupo Mixto y se ha producido un goteo de dimisiones.

El PSN acudía a la reunión azuzado por UPN para que presente una moción de censura que le dé la Alcaldía, como ya ocurrió en Barañain. Nafarroa Bai logró pararla. Tras la entrevista, el líder del PSN, Roberto Jiménez, aseguró que «ni en Zizur ni en nigún sitio el PSN ha trasladado interés por poner mociones de censura», aunque dejó claro que duda de que NaBai pueda gobernar la localidad («es un problema que tienen que resolver ellos»).

La prioridad absoluta del PSN es que NaBai no se apoye en la izquierda abertzale, que tiene una concejal en Zizur Nagusia. Cabe recordar que el alcalde de NaBai ya tomó la delantera para retirar derechos a los independentistas tras una consulta al juez Baltasar Garzón. Jiménez le hizo ver ayer que «ANV no vale, y a partir de ahí NaBai dirá». Hace unas semanas, la coalición que lidera Patxi Zabaleta renunció también al acuerdo de gobierno con la izquierda abertzale en Berriozar, tras insistentes presiones de UPN y PSN.

Frente a ello, la respuesta de Patxi Zabaleta y Maiorga Ramírez fue ayer que «nos hubiera gustado encontrar en el PSN la misma actitud de Nafarroa Bai en los ayuntamientos en los que la alcaldía les corresponde».

NaBai pide más fluidez

PSN, NaBai e IUN suscribieron un pacto municipal en junio de 2007, pero éste quedó en entredicho tras la decisión del PSOE de no llevar este consenso a un Gobierno navarro alternativo, y terminó de quebrarse con el caso de Barañain, aunque NaBai siempre ha mostrado su voluntad de mantenerlo.

Ayer, su posición consistió en plantear la necesidad de «hacer más fluidas las relaciones». Sus quejas se centraron en el «circo mediático» desatado en Barañain a cuenta de las banderas y en la polémica de la financiación irregular en Cintruénigo, en la que pidieron que «se depuren responsabilidades».