La política «legal» en Nafarroa se ha convertido en un chiste, una tomadura de pelo, un circo en que cabe las piruetas más absurdas, incluso que el escándalo de Cintruénigo derive en una moción de censura en Zizur Nagusia. Aun a riesgo de que quien no conozca los vericuetos de la política foral se pierda en el camino, esto es lo ocurrido en estas semanas: 1) UPN amenaza al PSN con una moción de censura en Cintruénigo por un rifirrafe local. 2) El alcalde del PSN se cabrea y revela que en el Ayuntamiento hay una «cuenta B» (en realidad una caja) con dinero irregular para destinos irregulares. 3) UPN y PSN se asustan y corren a zanjar la moción y echar tierra sobre el caso, que no parece entusiasmar ni a oposición ni a Fiscalía. 4) Ya puestos, Sanz y Jiménez deciden que es buena ocasión para estrechar lazos municipales, y ponen en su punto de mira a consistorios de NaBai o en los que la izquierda abertzale tiene algo que decir. 5) Con solemnidad, el PSN emprende una ronda de partidos «por la estabilidad municipal», comenzando por NafaBai. 6) El orden del día no lo marca Cintruénigo, sino Zizur Nagusia. NaBai, por tanto, queda a la defensiva. 7) El problema ya no es la corrupción, sino los «apestados» de ANV.

A esto se le llama en Nafarroa «estabilidad» («un valor muy relevante», dijo ayer Jiménez). El timo es como el de la estampita, sólo para ilusos muy ilusos, pero sigue colando. Con su control absoluto de la agenda, UPN y PSN hacen de embaucadores de una audiencia entre atónita y aburrida. Y de NaBai sólo se sabe que de momento legítima la función.