La Audiencia de Iruñea ha condenado a la edil de la izquierda abertzale Mariné Pueyo a una multa de 60 euros por «falta de respeto y consideración debida a la autoridad». Considera probado que ésta les llamó «hijos de puta» y «esbirros» cuando impidieron por la fuerza que saliera al balcón del Ayuntamiento mostrando una camiseta con la ikurriña, todo ello en el chupinazo sanferminero de 2008.

El Juzgado da por probada la versión de los denunciantes, que califica de «contundente» en el sentido de señalar que fueron insultados por Pueyo. También apunta que al ser agentes policiales «gozan de presunción de imparcialidad». Asimismo, la sentencia dice que no está probado que la edil sufriera daño físico por la acción de los municipales, dado que «no acudió al médico ni, pese a la alegada humillación ante sus compañeros, formuló denuncia alguna».