La ANP denunciará a Israel por «crímenes contra la humanidad»
La Autoridad Palestina (ANP) ha constituido un comité con el objetivo de preparar la presentación de denuncias contra Israel por violaciones de la legislación internacional y por «crímenes contra la humanidad» cometidos en la Franja de Gaza, mientras las autoridades sionistas recaban pruebas para defenderse de esas acusaciones. Las tropas israelíes completaron ayer su retirada de la Franja.
GARA |
El Comité Presidencial creado por la Autoridad Palestina (ANP) para denunciar a Israel ante los tribunales por la masacre cometida en las últimas semanas en la Franja de Gaza recopila ya información sobre los ataques contra la población civil para fundamentar sus denunciar por «crímenes contra la humanidad».
Una fuente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que pidió no ser identificada, indicó a Efe que «el Comité denunciará las violaciones de la legislación internacional no sólo ante tribunales internacionales, sino también en tribunales nacionales competentes para juzgar estos crímenes».
Israel, por su parte, prepara ya su defensa ante esas posibles acusaciones que, según expertos jurídicos, tienen pocas posibilidades de tener éxito. Así, afirmó estar reuniendo pruebas -videos grabados por los propios soldados- para demostrar que sus objetivos era sólo militares y que «los edificios derruidos eran utilizados por los combatientes de Hamas para lanzar cohetes y almacenar armas».
Retirada
Mientras, durante la jornada de ayer, las tropas israelíes se retiraron por completo de una devastada Gaza y se replegaron al otro lado de la frontera «en situación de alerta».
La salida de las fuerzas sionistas ha dejado tras de sí varios escenarios totalmente devastados, sobre todo en el norte de la Franja, cuya población tendrá que enfrentarse en los próximos meses a la dura tarea de la reconstrucción. Buena parte de los edificios gubernamentales, la sede del Parlamento y otras instituciones han quedado reducidas a escombros, al igual que cárceles, escuelas, universidades, mezquitas y más de cuatro mil viviendas. Otras veinte mil viviendas y cientos de edificios de infraestructuras resultaron dañados en un territorio que sufre un férreo bloqueo que impide la entrada de materiales de construcción.
El bloqueo israelí y las sanciones internacionales impuestas tras la toma del control de Gaza por Hamas ponen en riesgo las tareas de reconstrucción, lo que ayer llevó al subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, a pedir a Israel que permita la entrada en el territorio «de una manera regular y con libertad» de los materiales necesarios para iniciar la reconstrucción de las infraestructuras. Por eso reclamó la apertura de los pasos fronterizos no sólo para alimentos y medicinas, sino para que la población pueda reanudar una «existencia digna».
La ANP, a la que Israel impide transferir dinero a Gaza para pagar a su personal, a otros trabajadores y ayudar a los afectados por la ofensiva sionista, se ofreció para dirigir la reconstrucción ante la oposición israelí a que lo haga Hamas. El movimiento de resistencia islámico agradeció la ayuda del Gobierno de Mahmud Abbas pero dejó claro que serán las autoridades de la Franja las que supervisen el proceso de reconstrucción, para el que se necesitarán más de 1.700 millones de euros.
El recuento de víctimas siguió aumentando ayer, al encontrarse dos cadáveres entre los escombros y con la muerte de dos niños al estallar munición israelí. La Cruz Roja advirtió de este «nuevo grave peligro», que se ha cobrado ya cuatro vidas.
ELA, CCOO, LAB, UGT, ESK, STEE-EILAS, HIRU, EHNE, USO, CNT y CGT llamaron ayer a la ciudadanía a manifestarse el sábado en Bilbo (18.00, Arriaga) en defensa de los derechos de los palestinos y en contra del genocidio que Israel comete contra este pueblo, y se comprometieron a estudiar medidas de boicot al Estado sionista desde los centros de trabajo.
Denuncian que la matanza de estas tres últimas semanas en Gaza «no puede ocultar que la causa real del conflicto palestino-israelí es la ocupación y colonización de territorios palestinos» y subraya que sólo el fin de la ocupación y desmantelamiento de los asentamientos, el cumplimiento de la legalidad internacional y el reconocimiento de todos los derechos del pueblo palestino traerán seguridad plena a Israel.
Los sindicatos exigen que los gobiernos rompan relaciones diplomáticas con Israel, que la UE suspenda el Acuerdo de Asociación que le vincula a Israel y le imponga sanciones por violaciones sistemáticas de los derechos humanos, que el Consejo de Seguridad de la ONU emita una resolución que incluya el alto el fuego, la retirada de tropas y el levantamiento del bloqueo, y que se constituya un Tribunal Penal Internacional «ad hoc» para juzgar a las autoridades israelíes. Además, llaman a la ciudadanía a realizar un boicot «total y absoluto» a los productos y manifestaciones culturales y deportivas que representen de alguna forma al Estado de Israel hasta que éste «respete la legalidad internacional y cese sus políticas racistas y excluyentes hacia la población palestina», y a las empresas vascas a suspender sus vínculos comerciales con ese país.
Además de la marcha del sábado, Bilbo acogerá el viernes (19.00 Ayuntamiento) una protesta convocada por la Plataforma de Solidaridad con Palestina.
El Tribunal Supremo israelí autorizó ayer al partido árabe Balad y a la coalición formada por las formaciones también árabes Raam y Ta'al a presentarse a las elecciones legislativas del 10 de febrero, invalidando una decisión de la comisión electoral que los acusaba de no reconocer «el derecho a la existencia de Israel como Estado judío y democrático».
«Triunfamos contra el racismo y el fascismo», declaró a France Presse Ahmed Tibi, líder de Raam y Ta'al. «Pero la batalla no acaba aquí, el día de las elecciones será el de la gran victoria y la venganza» contra «quienes se unieron para impedir nuestra participación en las elecciones», aseguró.