El mando militar de la coalición que lidera EEUU en Afganistán anunció ayer que investigará la denuncia de la muerte de 25 civiles en un bombardeo efectuado por sus tropas el lunes en la provincia oriental de Kapisa, en el que, según los ocupantes, murieron 19 insurgentes.

El coronel Greg Julian, portavoz de la Comandancia estadounidense, indicó que sus fuerzas se reunieron con dirigentes de Kapisa antes y después del ataque y que éstos confirman su versión sobre las víctimas. Explicó que durante la ofensiva grupos armados dispararon a los militares, que respondieron al ataque y solicitaron apoyo aéreo para un bombardeo «de precisión».

No obstante, dijo que «nos tomamos muy en serio las informaciones de víctimas civiles» y anunció una investigación.