Las selecciones de España y Noruega fueron las grandes damnificadas de la jornada previa al día clave de la primera fase del Mundial de balonmano que se disputa durante estos días en Croacia. Fue, precisamente, el combinado local el que no falló ante su afición y finiquitó las remotas opciones de los hispanos, Campeones del Mundo en 2005, de luchar por las medallas. Noruega, por su parte, protagonizó la mayor decepción al caer ante una Serbia venida a menos que ha complicado mucho las opciones de Kjelling y compañía.

Mención especial para la encerrona que le esperaba a la selección española dirigida por Valero Rivera -que ganó tres Copas de Europa en Zadar con el Barça- en el Spaladium Arena de Split. Con la ayuda de los 12.000 aficionados que abarrotaron el recinto, los locales dejaron claro desde el principio que no quieren sorpresas en «su» Mundial. Los de Lino Cervar, que también fue excluido por sus protestas, arrancaron el choque con un parcial de 3-8 en 10 minutos y la diferencia no disminuyó en ningún momento (22-32). El jugador del Zagreb Domagoj Duvnjak fue el máximo goleador del partido con siete dianas. Croacia y Suecia se juegan hoy el primer puesto del grupo, mientras que España se las verá con la correosa Corea para pasar a la segunda ronda.

Noruega, por su parte, sufrió un duro revés al perder por 26-27 ante Serbia, sobre todo, teniendo en cuenta que hoy se enfrentará a Dinamarca, líder de su grupo y actual Campeón de Europa. Marko Vujin, jugador serbio del Veszprem, fue el máximo anotador con ocho goles, y su equipo puede acabar la primera fase bastante mejor de lo que esperaba si no falla hoy -sería impensable- ante Arabia.

En los otros dos grupos, no hubo sorpresas y los favoritos sacaron sus partidos adelante con mayor o menor holgura. Es el caso de Francia, que comanda el Grupo A con mano de hierro. Karabatic (9 de 12), Jerome Fernandez (6 de 7) y Abalo (5 de 6) lideraron a los bleus en la victoria por 35-26 contra Eslovaquia. Hoy se miden a Hungría, segunda de grupo.

Alemania, por último, también pasará como primera de grupo si logra ganar hoy a Polonia. Aunque su juego no convence, los nueve goles que Glandorf le endosó ayer a Macedonia invitan a no confiarse.