El Consorcio de Seguros cubrirá los daños en veinte municipios vascos
La capital bilbaina ha sido una de las poblaciones que se ha quedado fuera de la lista de veinte municipios a los que el Consorcio de Compensación de Seguros abonará los daños cau- sados por la «tempestad ciclónica» del pasado sábado. Y todo porque los datos de viento de la Agencia estatal de Meteorología dieron rachas de menos de 135 km/h en la ciudad. También Donostia se queda fuera.
Joseba VIVANCO |
Bakio, Bermeo, Barrika, Busturia, Elantxobe, Gautegiz-Arteaga, Gorliz, Ibarrangelu, Lemoiz, Maruri-Jatabe, Mundaka, Plentzia y Sukarrieta-Pedernales, en Bizkaia; y Aizarnazabal, Aia, Zestoa, Deba, Getaria, Zarautz y Zumaia, en Gipuzkoa. Ésta es la veintena de municipios en los que el Consorcio de Compensación de Seguros asumirá los desperfectos causados por la «tempestad ciclónica atípica» del pasado fin de semana, fuesen causados por los vientos o por el oleaje.
Tras el vendaval que sufrió buena parte de Euskal Herria hace una semana, el Consorcio de Seguros, organismo público adscrito al Ministerio de Economía, dejó claro que asumiría los daños causados siempre que la mayor racha de viento hubiera superado los 135 km/h. durante al menos tres segundos, tal y como establece el Reglamento de Riesgos Extraordinarios.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) es la encargada de facilitar al Consorcio los datos sobre la velocidad del viento en sus diferentes estaciones meteorológicas. Así, a los pocos días, esta agencia con sede en Igeldo dio a conocer algunas de las rachas registradas. En el faro de Matxitxako, en Bermeo, se alcanzaron unos espectaculares 193 km/h; en el faro de Zumaia, los 137 km/h.
Pero, a partir de ahí, las medidas de AEMET bajaban de esos 135 km/h. que estipula la legislación. En Hondarribia se registraban rachas de 130; en Donostia (Igeldo) o Punta Galea (Getxo), de 126; en Bilbo (aeropuerto), de 115; en Gasteiz, de 113; o en Lekeitio, de 103.
Son datos que explican el que municipios como Lekeitio o la propia capital bilbaina se queden fuera. El propio alcalde de Bilbo, Iñaki Azkuna, adelantó ayer que pedirá que se analicen las rachas de viento en su ciudad, por creer que debería haber sido incluida. Curiosamente, se da la circunstancia de que si uno echa un vistazo a los datos que registraron en este caso las estaciones de la agencia vasca Euskalmet, en su parte del día 24 se refleja que en el Puerto de Bilbo se alcanzaron a las 5.40 de la madrugada los 155,5 km/h. No aparecen datos, en cambio, de la estación de Basurto.
En Bilbo
«El Ayuntamiento, con la Diputación, seguiremos reflexionando y ejecutando obras para mejorar la situación en la medida de lo posible», se defendía el miércoles el propio Iñaki Azkuna, horas después de las riadas que anegaron algunos puntos de la ciudad. Obras es también lo que reclaman los hastiados residentes de las márgenes del río Gobela, en municipios como Getxo. También hablan de ello en localidades tan apetecibles para las televisiones como Alonsotegi, donde esta vez no fue el Kadagua el que «se salió de madre», como diría el propio Azkuna, sino la riada que bajaba de los montes colindantes, lo mismo que ocurrió en el barrio de Rekalde.
Sin embargo, el riesgo cero no existe y menos en un territorio como el vizcaíno, el cual, según los datos del Consorcio de Compensación de Seguros, acumula él insólito el 15,3% de la siniestrabilidad por eventos meteorológicos a los que esta entidad aseguradora ha tenido que hacer frente a nivel estatal entre los años 1971 y 2007. Sólo la provincia de Barcelona supera en daños a las vizcaína, que está por delante de la valenciana.
El Consorcio ha publicado recientemente un detallado informe estadístico sobre los riesgos extraordinarios que ha «indemnizado» en esas más de tres décadas. Según esos datos, la CAV, junto con la Comunidad valenciana y Catalunya, son las tres regiones que destacan por «una elevada concentración de siniestralidad».
Así, en lo que al territorio vasco hace referencia, este organismo destaca el grado de afecciones registrado en Bizkaia, con ese citado 15,3% sobre el total del Estado, mientras que Gipuzkoa acumula un también destacado 8,7%, y Araba, en menor medida, un 1,8%. Traducido en números, no es de extrañar que la cifra de reclamaciones y la cantidad de las indemnizaciones sea elevada.
El Consorcio detalla en este documento un listado de los eventos meteorológicos más destacados en esos treinta últimos años, aquéllos por los cuales las cuantías pagadas por daños superan los 20 millones de euros. Así, en lo que a los cuatro territorios vascos se refiere, se incluyen hasta seis ocasiones en las que los fenómenos extremos del tiempo se han cebado de manera intensa con nuestro país, preferentemente con Bizkaia y Gipuzkoa -Nafarroa, por ejemplo, sólo es incluida una vez, con las graves inundaciones de 1983-.
En total, por esos seis destacados eventos, mayoritariamente desbordamientos, el Consorcio de Seguros abonó un total de 44.517 reclamaciones, lo que traducido a euros se eleva al pago por daños de 1.007 millones de euros. La palma se la llevan las inundaciones de agosto de 1983, que supusieron atender unos 25.000 expedientes y abonar 767 millones de euros.
Las fechas clave de esos acontecimientos fueron: junio de 1977; las tristemente recordadas inundaciones de agosto de 1983; las de julio de 1988, sobre todo en la zona occidental guipuzcoana; en junio de 1992, y que propiciaron la aprobación por el Gobierno de Lakua del Plan Integral de Prevención de Inundaciones; junio de 1997, con la capital donostiarra anegada por una gran tromba de agua, que batió el récord de litros recogidos en Igeldo; y agosto de 2002, con Gipuzkoa de nuevo inundada por intensas lluvias que dejaron 170 l./m2 en Hondarribia y Bakio el municipio vizcaino más dañado.
Ipar Euskal Herria paralizado
En fechas más recientes, no hay que olvidar las inundaciones acontecidas el 1 de junio de 2008, que cogió por sorpresa a los servicios meteorológicos y causó numerosos destrozos en viviendas e instalaciones.El Consorcio calculó que los daños se elevarían a unos 40 millones de euros, siendo la mayoría de reclamaciones las provenientes de Bizkaia y, particularmente de la zona de Leioa-Getxo.
En Ipar Euskal Herria las aseguradoras también están desbordadas, pero los grandes daños ocurridos en la vecina Las Landas han dejado a los ciudadanos de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa en un segundo plano, sin trabajadores que acudan en su auxilio. La declaración de zona catastrófica realizada oficialmente por el Gobierno francés contribuirá a paliar los destrozos producidos.
La línea ferroviaria de Euskotren, que estuvo cortada el miércoles entre las localidades de Zumaia y Zarautz, quedó restablecida a primera hora de ayer.
Atzo euririk apenas egin zuen arren, ibaien emariari begira jarraitu behar izan zuten askok, batez ere Nafarroa eta Araba aldean.
Elurra urtzeak ekar zitzakeen arazoak izan ziren buruko min nagusia Nafarroan, eta horregatik aurre-alerta egoeran jarraitzen zuen atzo eskualdeak. Tenperaturak gora egin zuen atzokoan eta maximoak 18 ºCren bueltan kokatu izana kezkatzeko arrazoi bilakatu zen, elurraren urtzeak ibaien maila igoko zuelakoan. Hala eta guztiz ere, Ebro, Arga, Ega eta Arakil ibaien maila egonkortu ondoren, Ebro ibaia Castejon parean eta Arga Funes aldean, izan ziren zaindu beharreko lekuak.
Araba aldean Zadorra ibaia ondo aritu zen atzo Ulibarriko urtegitik ateratzen den ura hartzen, eta segundoko 50 metro kubiko beharrean, 60 metro kubiko askatzea erabaki zuten. Iragarritakoaren arabera astelehenetik aurrera egingo duen eguraldia dela-eta hartu dute erabaki hori; izan ere, euria eta elurra omen dakar, eta Ulibarriko urtegiaren maila apur bat jaistea egokitzat jo dute, kontuan hartuta atzo %91,71ean zegoela beteta. Urtegi gehienak, Ulibarrikoaren gisara, beteta daude: Barrendiola eta Lareokoak %100ean daude eta Urkulukoak eta Arriarangoak edukieraren %96 dute beteta; Ibai Eder %91ean dago.
Ipar Euskal Herrian ere alerta horian daude ibaiek gainezka egiteko arriskua dutelako. Landetan, ordea, arriskua handiagoa da; alerta laranja ezarri dute, Atturriren urak handituta baitatoz.
Los vecinos de Rekalde han convocado una concentración para hoy a las 19:30 horas con el objetivo de denunciar la actitud y falta de previsión del Ayuntamiento respecto al barrio, que ha sufrido inundaciones en tres ocasiones en menos de un año. «Vemos cómo los movimientos de tierra en la construcción de la Super Sur, las diferentes voladuras que se realizan o el cambio del curso natural del río Elgera y en consiguiente embudo en el que se ha convertido Rekalde hna conllevado que, por tercera vez en menos de un año, algunas zonas se hayan convertido en ríos», critican los ciudadanos. Lamentan que se han convertido «en personas de segunda» a los ojos del Consistorio.
En paralelo, recuerdan que los diversos proyectos urbanísticos que se están acometiendo en el barrio «no han sido consultadas con los vecinos ni están destinados a satisfacer nuestras necesidades», sino que «han servido para llenar los bolsillos de los empresarios».
El alcalde, Iñaki Azkuna, se excusó diciendo que su ayuntamiento desconoce por qué se produjeron las riadas y no sabe si influyeron en ellas las obras de la Super Sur. No obstante, aseguró que una vez analizado el problema, «se pondrán todas las soluciones que haya».