Ciudadanos vascos que afrontaron la semana pasada el tercer juicio relacionado con las detenciones «preventivas» practicadas por la Policía española entre marzo de 2003 y julio de 2005 comparecieron ayer en Bilbo junto al letrado Alfonso Zenon y representantes del movimiento pro-amnistía para valorarlo.

El abogado muskiztarra denunció que las acusaciones de la Fiscalía de la Audiencia Nacional se sustentan en las declaraciones obtenidas a través de «los malos tratos y torturas a las que fueron sometidos por parte de la Policía» y a los informes periciales presentados por agentes de la UCI de unos supuestos documentos incautados a ETA.

Zenon subrayó que este nuevo juicio, pendiente de sentencia, supone un capítulo más en la «judicialización de la represión». Pieza fundamental de esta estrategia es, en su opinión, el tribunal especial español. «La Audiencia Nacional es el buque insignia de esta armada represiva que utiliza el Estado español y de este estado de excepción camuflado con resoluciones judiciales que le dan un barniz de carácter democrático», dijo.

El defensor de la decena de personas juzgadas recordó que de las 121 personas imputadas tras las cinco operaciones policiales, tan sólo 58 han sido juzgadas y muchas de ellas han sido ya absueltas por la falta de pruebas para ser condenadas.

Desde el movimiento pro-amnistía criticaron que «lo que debería suponer un auténtico escándalo político, ha pasado desapercibido. Los grandes medios de comunicación no han realizado ningún seguimiento a este juicio farsa y el interés mostrado por las instituciones y la mayoría de partidos políticos ha sido nulo».

«Hemos visto cómo declaraciones obtenidas bajo tortura han sido utilizadas como prueba en estos juicios. Las declaraciones realizadas bajo tortura -incidieron- son válidas en la Audiencia Nacional, siempre y cuando la persona juzgada sea independentista vasca». Los procesados alertaron de que están en peligro de ser encarcelados durante muchos años, «en base a declaraciones obtenidas bajo tortura».

A pesar de este panorama poco alentador para algunos de los imputados, animaron a trabajar en favor de los derechos democráticos , «porque tenemos claro que lo que no llegará con más represión, llegará con más democracia».