Campeonato de Mano Parejas
A Berasaluze no le quemó la pelota final y tocó que le sonriera la cara de la moneda
GARA | GASTEIZ
Idiazabal va a coger, a esta marcha, el cariz de un lugar sagrado para los pelotazales. 22-21 ha sido el resultado en dos años consecutivos.
Lo que se pudo observar ayer en el frontón gipuzcoano fue un auténtico desafío de rematadores, un precioso -y a la vez extraño- encuentro, en el que hubo 11 igualadas en el marcador. Abel Barriola quiso hablar sobre la dificultad de jugar en esa cancha. «Los cuatro hemos jugado muy incómodos. Aquí cuesta mucho colocarse y la pelota atrás coge mucho peso», comentó, sin querer poner ese hecho como excusa de la derrota.
Pablo y Begino llegaron con ventaja al tramo final -20-18-, pero los azules engancharon con ellos, e incluso les pasaron colocando el emocionante 20-21. Los corredores no tenían tiempo ni para respirar. Pero un error de Gonzalez, y un gran remate de Pablito -que se armó de valor para jugársela a una carta en el último tanto- hicieron que el punto volara al bolsillo de Berasaluze y Begino. «Había que ganar, y en el último tanto tenía que jugármela», dijo Pablito.
De esta manera, Berasaluze y Begino empatan con Gonzalez y Barriola a tres partidos ganados, y ya presentan sus credenciales para llegar a hacer algo.