A tres puntos de la salvación
La tercera derrota consecutiva envía al Eibar a cuidados intensivos
El tropiezo ante el Elche prolonga la mala racha de los azulgranas, que no ganan un partido desde el pasado mes de diciembre.
EIBAR 1
ELCHE 2
Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
El Eibar ingresa definitivamente en la UVI. Tercera derrota consecutiva para un equipo que no conoce la victoria desde el pasado 15 de diciembre y que, contrariamente a lo que sucedió por aquellas fechas, ayer no supo afrontar su final.
Porque lo era. Incluso Carlos Pouso, habitualmente reticente a añadir presión a los suyos, había reconocido la víspera que ya no es momento de sensaciones positivas o buenas imágenes, sino de puntos. Queda una vuelta casi completa, 63 puntos en juego en el caso de los azulgranas, pero las distancias no dejarán de crecer -el Alavés, primero por encima del descenso, está a sólo tres puntos, pero Las Palmas ya aventaja en seis al cuadro armero- si el equipo no pone freno a su caída. Y de momento no lo consigue porque, precisamente, ayer realizó el ejercicio opuesto al declarado por su técnico: jugó bien por momentos, disfrutó de ocasiones claras e incluso se adelantó en el marcador, pero después no supo retener lo que más falta le hacía, los tres puntos.
El «jugó bien», además, es relativo. Este Eibar empieza a tener similitudes funestas con el que, sólo hace tres temporadas, cayó al pozo de Segunda B. Como entonces, hay muchos jugadores de calidad en la plantilla; también ahora es difícil encontrar rivales que ofrezcan una clara imagen de superioridad. Como sucedió aquel año, muchos puntos se escapan por pequeños detalles; y también empieza a repetirse, por desgracia, la sensación de que al equipo le falla el alma. Porque ante el Elche, efectivamente, se hicieron bastantes cosas, pero el Eibar no dio la impresión de ser un equipo que se jugaba la vida.
Tampoco es descartable que en las próximas horas se amplíen las similitudes. Hace días que corre por Ipurua el rumor sobre la posible destitución de Carlos Pouso. Es probable que esta vez -aunque nadie del club se atrevía a asegurarlo tras el encuentro- le salve el hecho de que su equipo tenga que disputar otros dos partidos esta semana. No parece el escenario idóneo para un relevo en el banquillo.
Cosas del fútbol, es probable que las cosas se vieran de forma diametralmente opuesta si ayer se hubiera aprovechado alguna ocasión más, o si el Elche no lo hubiera hecho con las suyas. Pero no fue así.
En el primer tiempo, la iniciativa y las ocasiones fueron oscilando de un lado a otro hasta que, por una vez, el gol acabó llegando por parte del Eibar. A tres minutos del descanso, Paco Sutil soltaba un zurdazo desde fuera del área que, con cierta colaboración de Willy, colocaba el 1-0 en el marcador.
El Elche, bastante más serio y complicado de lo que pudiera reflejar su clasificación, se puso a buscar el empate de inmediato. Siguió tras la reanudación, con Rubén Pérez, Santos y Miguel metiendo miedo casi constantemente. Fue el ex azulgrana el que logró su objetivo, metiendo la puntera en un córner para despistar a Zigor. El partido se abrió sobremanera a partir de ese momento, con los dos equipos buscando claramente el triunfo. Con más corazón el Eibar y con más cabeza el Elche que fue, a la postre, el que lo consiguió. En un saque de banda, ahí es nada, que no cubrió nadie, que Biel Medina no pudo despejar en el área y que Bolado remató sin oposición.
A cinco minutos del final, Dani Benítez, que no dejó de repartir en la media hora que estuvo sobre el césped, vio la roja. Lamentablemente, no bastó para que los azulgranas pudieran salvar un punto.
Había caras de funeral en la sala de prensa de Ipurua. También la de Carlos Pouso, habitualmente optimista. Pero es que había recibido «un mazazo en la cabeza y estoy hecho sidra. No es mi mejor día», admitió.
El técnico reconoció que el choque ante el Elche estaba marcado con «una equis muy grande en el calendario», de ahí la dimensión del disgusto. En su opinión, hubo «demasiada ansiedad. Hemos puesto muchas ganas, pero ha faltado criterio y cabeza, sin quitar méritos al Elche».
Pouso, de todos modos, apuesta por mantener la esperanza. «Sigo confiando en el trabajo y en los chavales. Como hagamos la segunda vuelta como la primera estaremos en Segunda B, pero estoy convencido de que la haremos mejor, veo mucho margen de mejora. Quizá sea la ceguera de estar con ellos todos los días», admitió, para añadir que «entiendo que haya dudas externas». En este sentido, y ante los rumores sobre su continuidad, reconoció que «cuando no vas bien hay que agitar el árbol y puede que una forma de mejorar sea que yo tenga que salir. Está claro que nos tenemos que replantear algo. Asumo mi papel», concluyó.
El Eibar apuró al máximo el plazo de fichajes. A cinco minutos de que expirase, en la medianoche del sábado, se confirmaba la llegada al club de Rudy Carlier y Damián Ísmodes.
El primero, delantero francés de 23 años, ha sido fichado por el Eibar. Llega procedente del Estrasburgo, de la 2ª División Francesa, con el que debutó en el fútbol profesional hace cuatro temporadas y con el que llegó a jugar en Copa de la UEFA. La pasada temporada militó seis meses, en calidad de cedido, en el Racing de Ferrol.
Damián Ísmodes, por su parte, ha sido cedido hasta junio por el Racing de Santander. A sus 19 años, el extremo diestro peruano es considerado una gran promesa en su país.
Su llegada se dilatará, de hecho, ya que debe regresar del Suramericano sub20 que ha estado disputando con Perú estos días. Sí se espera que hoy mismo pueda incorporarse a los entrenamientos Rudy Carlier.A.U.L.