De repente me ha dado una sacudida en las maltrechas cervicales al ver el titular, y me ha parecido un término periclitado, algo del pasado. Es más, lo vuelvo a mirar y me parece que se trata de algo muy sesentayochista, con claros tufos marxista-leninistas. ¿Qué significa hoy la palabra contradicción? ¿Y su plural? Vaya solamente me falta seguir con un párrafo que diga, «las contradicciones del sistema...» Parada. Según Sofres la gala de los Goya fue la que tuvo mejor audiencia de los últimos tiempos. Según mi impresión personal fue una gala más, en donde el salero de Carmen Machi no fue suficiente, como para prestarle un excesivo tiempo de visión pese a la nada que le rodeaba en la parrilla.

La retransmitía la primera estatal, eso es un punto, la conductora era la mencionada «Aída», perdón, Carmen Machi, en su noche de domingo, y ello puede ser que contribuyera a que algunos decidieran pasarse algún rato por la retransmisión, y de los resultados de los premios solamente nos quedamos con la alegría de unos y ladecepción secular, absoluta de José Luis Cuerda y su película, que se quedó como la gran derrotada, cosa que no se debe decir en estos momentos en donde las lágrimas de Roger Federer se han convertido en una inspiración filosofal, y la reacción de Rafa Nadal lo llevan por el buen «camino», de la película vencedora y de la santidad de Escrivá, el gran hacedor de la Obra.

Ahí van algunas contradicciones, es posible que vieran más espectadores a los protagonistas de la película más premiada recogiendo sus estatuillas que en las salas de cine. Y es que las estadísticas son tercas y ha bajado el número de espectadores a las salas donde se exhiben películas españolas, y por eso sale el Ministro a decir su contradicción elemental, asegurando que todo va muy bien y que este año será tan bueno como el anterior. Aunque bien pensado lo que quería decir César Antonio Molina es que era un año muy bueno para la moda, y que estaban muy guapas las actrices y muy guapos los actores con sus trajes cedidos por diseñadores de cabecera y que Pe, se lleva un aval para el Óscar. Eso sí. Pero eso es otra contradicción.