Medio centenar de personas se concentró ayer por la mañana en Iurreta en solidaridad con un vecino menor de edad que ha sido juzgado por ocupar una cabaña abandonada junto a otras diez personas en la primavera de 2007. El caso resulta especialmente alarmente si se tiene en cuenta que las acusaciones contra el resto de participantes en la acción mayores de edad fueron archivadas en los juzgados de Durango tras ser llamados a declarar, mientras que la Fiscalía de Menores de Bilbo ha seguido adelante con el procedimiento contra el otro joven.

Así las cosas, más de cincuenta personas participaron ayer en la concentración que tuvo lugar a las once de la mañana en el frontón de la localidad para denunciar el enjuciamiento de su convecino y trasmitirle un mensaje de solidaridad.

En esa línea, los jóvenes de Iurreta quisieron denunciar «la criminalización» que sufre la juventud vasca y denunciaron la multitud de trabas e impedimentos a los que han tenido que hacer frente cada vez que han tratado de ocupar algún local abandonado después del incendio del gaztetxe Abadetxea en diciembre de 2006.