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Crónica | Juicio por amianto en Bilbo

«Es como estar esperando en el corredor de la muerte»

El mundo al revés. Flesic, de Iurreta, demanda a un trabajador que sufre lesiones profesionales por placas pleurales provocadas por el amianto con el objetivo de no pagar el recargo del 30% en las prestaciones. Ahora el empleado «tiene más boletos» para sufrir un mesotelioma pleural, un cáncer.

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Juanjo BASTERRA

Un frío juzgado de lo social vio la demanda de la empresa Fundición Nodular Flesic, de Iurreta, contra la Seguridad Social y Patxi Kortazar Gallastegi, afectado por placas pleurales por el contacto en algún momento de su vida profesional con el amianto.

La empresa pretende desprenderse de una sentencia anterior, que le condena a un incremento del 30% de las prestaciones al trabajador por la falta de medidas de prevención y protección de la salud, además de no haber desarrollado una vigilancia específica al tener instalaciones con elementos de amianto. Los nervios están a flor de piel. Kortazar porta a las puertas del Palacio de Justicia de Bilbo, como en muchas ocasiones, la pancarta de la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie), en la que se lee: «El problema existe. El amianto mata. Hiltzaile isila». Unos minutos antes del juicio la pliegan. Entonces, familiares, afectados y amigos de quienes sufren el castigo de llegar a una edad avanzada o a la jubilación con un cáncer provocado por el contacto con el mineral ignífugo y aislante, entran y se dirigen a la sala del Juzgado número 6. «Queremos arropar a los afectados por amianto. No están solos. Cada vez somos más los que nos movemos», precisa la secretaria de la asociación, Olvido Herreras.

La vista deja claro que Patxi Kortazar Gallastegi padece unas lesiones pleurales por exposición al asbesto (amianto). Está reconocida como enfermedad profesional. Un informe de Osalan confirma la falta de prevención en la empresa y la falta de vigilancia de la salud específica para controlar la salud de los trabajadores. También la Seguridad Social reconoce esa vulneración de la legislación.

Lo más llamativo se encuentra en que la empresa Fundiciones Nodulares Flesic no lo admite. Trata de evitar el recargo de un 30% en las prestaciones al trabajador. Quienes se encuentran en la sala no entienden cómo puede ser que una empresa, que no ha aplicado la legislación en materia preventiva y los protocolos existentes del amianto y otras sustancias cancerígenas, trate de evitar ese recargo después de haber infligido ese problema al trabajador. «Esta es la calaña de empresarios que hay en este país», sentencia la mujer de un afectado por amianto, que lleva dentro de su cuerpo una bomba de morfina para frenar los fuertes dolores que sufre.

En la vista, el abogado de la empresa demandante trata de que el jefe actual de mantenimiento y el responsable de recursos humanos, ambos presentes en el comité de seguridad e higiene de la empresa, avalen que en esa compañía se trabaja con seguridad y se aplica la prevención con matrícula de honor. Obvia que Osalan, la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social le han suspendido en esas materias, es decir, que esa empresa puso en riesgo la salud de los trabajadores y, de hecho, se conoce otro caso que está en estudio.

Desmontó los hornos

Nicolás Calleja, ex compañero de equipo de Patxi Kortazar desde que empezaron a trabajar para esa empresa a través de la subcontrata Agrícola Vascongada, reconoció, incluso, a preguntas del abogado del contagiado por amianto, el contacto directo con diferentes mangueras de enfriamiento de los hornos y trabajos con la uralita, que tienen amianto, durante su actividad. También relató que Kortazar desmanteló los hornos antiguos que, igual que el resto de fundiciones, estaban aislados y recubiertos con amianto.

La presencia de una médico especialista en medicina del trabajo y auditora en prevención sacó a la luz la crudeza del problema. Recordó, según constata Osalan, la falta de medidas de seguridad para los trabajadores y explicó, entre otras muchas cosas, que si se hubieran desarrollado los preceptivos protocolos específicos de la vigilancia de la salud del amianto, en este caso, se hubiera podido detectar antes las placas pleurales del afectado y, sin duda, se hubiera podido actuar con más éxito.

El abogado de la empresa Fundiciones Nodulares Flesic se preguntó en las conclusiones que si el servicio de prevención ajeno no advirtió de ese problema a la empresa, «¿qué podía hacer la misma?». La perito precisó que la empresa es la responsable de que se cumplan las medidas de seguridad y, por esa negligencia, ese trabajador tiene «muchos boletos» de que se le reproduzca «un mesotelioma, un cáncer».

«Es candidato a morir. Es como estar en el corredor de la muerte esperando cada año a ver lo que te dirá un nuevo examen médico», contestó a la juez, que quiso saber si por estar infectado por asbesto se puede llegar a morir.

 

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