Los distintos equipos y pilotos comienzan ya a calentar motores de cara la nueva temporada de motociclismo y el único piloto vasco que volveremos a tener este año en el Mundial, el bilbaino Efrén Vázquez, inició ayer en el Hotel Carlton de la capital vizcaina su particular protocolo para preparar el Mundial.

El joven piloto de Rekalde, con la inestimable ayuda de su mentor Herri Torrontegi, organizó un acto para agradecer la ayuda que recibió el año pasado por parte de sus patrocinadores y les invitó a que sigan ofreciendo su apoyo durante la próxima campaña que comenzará con el Gran Premio de Qatar el próximo 12 de abril.

En un sencillo acto, Vázquez hizo entrega de unos galardones en forma de piezas de moto a sus patrocinadores. Rostros bien conocidos como Miguel Madariaga, manager general del equipo ciclista Euskaltel Euskadi, o Iñaki Azkuna, alcalde de Bilbo, recibieron los citados «regalos» -un casco de moto en el caso de Azkuna- de las manos del propio Efrén Vázquez.

«Nuestra única pretensión pasa por agradecer personalmente toda la colaboración que estamos recibiendo desde que pusimos en marcha esta aventura. Se trata de organizar un acto de reconocimiento lo más sencillo y cercano posible», anunciaba el ex-piloto vasco Herri Torrontegi, antes de comenzar un acto en el que ejerció como maestro de ceremonias.

Piloto oficial de Derbi

A pesar de correr el Mundial, que le sirvió para coger experiencia en los circuitos, ganar el Campeonato de España de Velocidad en la categoría de 125 centímetros cúbicos fue el mayor logro de Efrén Vázquez en la pasada temporada. Ese título, unido a la potente plataforma que ha formado el piloto con Herri Torrontegi a la cabeza y que ofrece una gran estabilidad a los patrocinadores, ha desembocado en la confirmación de que Vázquez correrá el Mundial como piloto oficial de la histórica marca española Derbi -cuenta con más de veinte títulos mundiales en sus vitrinas-.

La presencia del piloto vizcaino, que compartirá box con con el catalán Pol Espargaró, coincide además con el acuerdo de patrocinio entre la marca española y la empresa vasca Bainet, del que es socio el cocinero Karlos Argiñano -gran aficionado al mundo de las motos-.