Oier Azkarraga Grajales
La resistencia del 36 ilegalizada
ANV ha sido finalmente ilegalizada por el Tribunal Constitucional español. No cabe para este partido amparo en el Estado español. Ese tribunal ha confirmado lo que ya para nadie era un secreto, que la disidencia política vasca es incomoda, que la izquierda abertzale es incomoda, pero también que lo es la memoria de los gudaris asesinados en el alzamiento fascista de 1936 y la de todos aquellos que hasta nuestros días lo han dado todo por la libertad y la justicia para este pueblo.
Hacer ya unos años que, como nieto de un gudari, acudí con mi padre a un homenaje que todos los partidos del Congreso español, exceptuando al neofranquista PP, hacían a nuestros familiares. Entonces, los mismos que tienen como presidente de honor a un ministro franquista, responsable directo de la muerte de cinco trabajadores vascos el 3 de marzo de 1976, entre otras, calificaron el acto de anclado en el pasado y con olor a naftalina.
El PSOE entonces se alineó con la resistencia republicana. Hoy manda a la ilegalidad a un partido con decenas de años de historia. Pero esto no supone la ilegalidad de ANV, sino la ilegalidad de la resistencia contra el franquismo, la ilegalidad de la lucha por la justicia social y la ilegalidad de la lucha independentista. Y esto una vez mas nos enseña que el PSOE no tiene un problema con ANV, ni lo tiene con la izquierda abertzale. Tiene un problema con Euskal Herria. Y como nieto de gudari, independentista, socialista, demócrata y ciudadano de Euskal Herria, también tiene un problema conmigo, pues yo tampoco entro en su legalidad.