Raimundo Fitero
Líquidos
En los mundos amoldables de lo virtual, la estadística y las apreciaciones cargadas de nebulosas intenciones, encuentro una noticia que aseguran proviene de un estudio de campo, mercado y del uso de las comparativas aplicadas sin restricciones, en el que se mantiene con cifras que la tinta de impresoras es, actualmente, el líquido más caro. Respiremos profundamente, ampliemos la pantalla, utilicemos todas las salvaguardas y en el primer respingo asintamos. Es carísimo, no cabe duda. Pero de ello a ser más caro que otros líquidos. No sé, yo paseo por los duty free de los aeropuertos y me da que algunos perfumes, probablemente hechos con tinta de impresora, son bastante más caros. Pero como ha salido la noticia publicada, la ponemos en cuarentena crediticia y pasamos a otro asunto.
Atendemos la reacción de los supuestos profesionales sobre el famosos vídeo ful de la becaria en «El intermedio» y el mal cuerpo del directo, se nos convierte en gastroenteritis del diferido, por la capacidad para hacer el idiota de algunos dirigentes, del corporativismo primitivo de un clan de periodistas de gabinete que se rasgan las vestiduras y son incapaces de distinguir entre un noticiario y un programa de humor. Y mira que lo dice claro noche tras noche. «Ya han visto las noticias, ahora les contaremos la verdad». Ni por esas.
Por cierto `'Esto no son las noticias'' en Cuatro va ganando. La otra noche Javier Coronas, que va encontrando su lugar en el programa, hizo una cosa bastante sugestiva y que era, además de muy divertida, una pequeña lección de periodismo en vivo y en directo. El asunto es que los lunes Coronas debe hablar de deportes, o sea de fútbol, y no tiene ni idea, ni le apetece y propuso contratar a Leo Messi como comentarista. ¿Cómo se hace eso? Pues llamando a Joan Laporta. Y llamaron al despacho de abogados, les atendió una simpática mujer que les pilló al vuelo y les dijo que estaba en el club. Momento de risas con el juego de palabras, club de alterne, etcétera, para llamar a la sede del Club de Fútbol Barcelona. Se puso un responsable de prensa, le contaron corriendo lo que pretendían y se cortó. Se les acabó el tiempo. Y a mí el espacio.