Una muestra antológica revela a un artista que «bajó la escultura del pedestal»
GARA | VALLADOLID
La obra más plena, madura y prolífica del artista Eduardo Chillida ha recalado en Valladolid a través de una «pequeña exposición antológica» que abarca la etapa más fructífera y creativa de quien «democratizó la escultura» al bajarla del pedestal y acercarla a la gente.
Esta muestra recoge las dos décadas comprendidas entre 1980 y 2000, los últimos años de vida de Eduardo Chillida, donde experimentó e investigó a través de materiales, composiciones y formas que puso en relación con la naturaleza y la arquitectura, hasta el punto de fraguar nuevos conceptos como el de las «gravitaciones» y la escultura en espacios públicos de la que fue «percusor», según explicó su hijo Luis Chillida. «Se puede multiplicar al propietario pero no a la escultura», dijo.
«Chillida 1980-2000» es el lema de esa retrospectiva promovida por la Fundación La Caixa y que permanecerá en Valladolid hasta el 12 de abril en dos salas del Museo de Arte Contemporáneo Español Patio Herreriano. Ese periodo cronológico «se corresponde con los últimos años de vida de mi padre, en los que maduró, completó su obra de una forma muy especial, y mostró a la vez un declarado interés por la escultura pública con el objetivo de hacerla más accesible a todo el mundo a través de su instalación en espacios abiertos», afirmó Luis Chillida durante la presentación de la muestra.