Los trabajadores de Protecciones Eléctricas de Alta Precisión SA (Peapsa) se concentraron ayer en Bilbo contra de «la situación de abandono» que sufren por parte de Sica, que compró en enero de 2007 la empresa, que está ahora en liquidación.

LAB denunció que se ha llegado a esa situación después de «dos años de gestión nefasta». La empresa, dedicada a la fabricación de temporizadores para electrodomésticos, presentó en mayo de 2007 concurso voluntario de acreedores y, desde entonces, «se han dado múltiples esfuerzos» de la plantilla, que llegó a congelarse los salarios desde 2005, «aceptando en julio de 2007 un ERE con un excedente de 26 trabajadores para continuar adelante el resto de la plantilla».

CCOO denunció en un comunicado que la dirección haya decidido «no cumplir el convenio de acreedores» y haya optado por la liquidación.