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La vida al revés para dar esplendor a los Óscar

«El curioso caso de Benjamin Button»

Es la cinta elegida para devolver a los Óscar de Hollywood el esplendor perdido, motivo por el cual acumula un total de trece nominaciones que la convierten en máxima favorita, con Brad Pitt ante su oportunidad para hacerse con la estatuilla. Encarna al fantástico personaje del cuento de F. Scott Fitzgerald, que en lugar de cumplir años rejuvenece.

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Mikel INSAUSTI | DONOSTIA

Estamos ante un clásico, que lo es ya por derecho propio desde su mismo nacimiento. Toda película que alcanza la cifra tope de trece nominaciones a los Óscar está destinada a perdurar, y la película de David Fincher no va a ser una excepción. Sorprende bastante, tratándose de un cineasta que hasta hace poco era considerado como un innovador, más que nada por haber sido el impulsor del nuevo thriller psicológico sobre asesinos en serie con «Seven». Pero al volver sobre el tema con la reciente «Zodiac» se pudo observar que su mentalidad había cambiado, que ahora prefiere supeditar los hallazgos técnicos y el impacto del montaje a la solidez narrativa, dentro de una maduración de estilo refrendada por «El curioso caso de Benjamin Button».

Fincher pasa así a la categoría «A» de los grandes maestros, dejando atrás una filmografía irregular que le hacía ser constantemente cuestionado en momentos puntuales, tanto por la crítica como por los espectadores. Hollywood ha encontrado en él la figura a consagrar que tanto andaba buscando, necesaria para recuperar el relumbrón de las viejas ceremonias con lluvia de estatuillas para grandes espectáculos de masas firmados por genios del cine como David Lean, y que el año pasado se perdió definitivamente con el reparto de estatuillas entre realizadores independientes alejados del gran público y con películas más que discutibles.

El otro gran beneficiado de las trece nominaciones que convierten a «El caso de Benjamin Button» en máxima favorita para los Óscar es Brad Pitt, porque si no consigue la codiciada estatuilla a sus 45 años ya lo va a tener difícil. Se lo merece, considerando que con su anterior interpretación en «El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford» se fue de vacío, y que bien lo podía haber ganado entonces.

Quiero decir que nadie se va a rasgar las vestiduras si lo recibe, ya que lleva veinte años protagonizando películas y ha tenido tiempo para aprender el oficio, por más que los guapos nunca sean tomados en serio como intérpretes. En esto, como en todo, es mejor no fijarse en el resto de los candidatos, porque en la comparación siempre va a salir mal parado. Sean Penn y Frank Langella encarnan a personajes históricos, cuando precisamente las caracterizaciones biográficas están de moda en Hollywood. Pitt, en cambio, al igual que Mickey Rourke, hace una creación original que sólo existe en las pantalla, habida cuenta de que poco o nada se parece al original literario que la inspira.

Muy buen maquillaje

Los amigos de la crítica fácil volverán a decir que el Óscar no le corresponde recibirlo a Brad Pitt, sino al equipo de efectos de maquillaje. Entra dentro de lo probable que la película obtenga sendas estatuillas en ambas categorías, pues no en vano se trata de un trabajo conjunto premiable por partida doble. Los miembros de la Academia suelen valorar mucho a las interpretaciones de las estrellas famosas por su atractivo que aparecen afeadas en sus papeles, así que el marido de Angelina Jolie tiene todas las papeletas para hacerse con el premio este último domingo del mes.

David Fincher ya está preparando convenientemente el terreno a su actor predilecto, al que dirige con éxito por tercera vez, tras «Seven « y «El club de la lucha». En unas recientes declaraciones decía que los periodistas cinematográficas suelen opinar sobre cuestiones técnicas que desconocen, y que hay quien ya se ha apresurado a avanzar que «El curioso caso de Benjamin Button» debería haber sido rodada en cine, sin saber que en imagen digital de alta definición se puede obtener tanta o más calidad, por no hablar del abaratamiento de costes que supone.

Bebé anciano

Esto viene a cuento de que en su día Spielberg no se decidió a adaptar el relato corto de F. Scott Fitzgerald por no disponer de medios adecuados para hacer creíble el fenómeno visual de un niño recién nacido que tiene rasgos de anciano, lo que al día de hoy ha sido posible gracias al sistema de «captura de movimiento».

Primero se grabaron las expresiones del actor, para luego insertarlas digitalmente en los cuerpos de los dobles que correspondían a la primera etapa en la vida del protagonista. Para el envejecimiento se recurrió a las prótesis de plástico, por lo que Pitt y sus compañeras de reparto, Cate Blanchett y Julia Ormond, debían de someterse a sesiones diarias de maquillaje de dos horas y media.

Los esfuerzos de todo el reparto estelar, con Brad Pitt al frente, resultan encomiables en función de la dificultad que entrañan las caracterizaciones de largo recorrido, con o sin ayuda de los efectos especiales, al tener que resumir el desarrollo vital del personaje desde que nace hasta que muere. Más aún para dotar de credibilidad a alguien que sigue el proceso inverso, y que en lugar de envejecer retorna a la niñez.

El guión del oscarizado Eric Roth («Forrest Gump») no se queda en la simple anécdota del relato, en lo que de curioso anticipa el título, sino que profundiza en las claves filosóficas que se derivan de su fantasía existencialista. Resulta una completa metáfora sobre la mortalidad del ser humano, la cual condiciona la fugacidad de los sentimientos y las relaciones amorosas, toda vez que Benjamin Button coincide generacional y físicamente con su amada en un breve espacio de tiempo, siendo luego como madre e hijo y como abuela y nieto.

 

FAVORITA

Esta película parte como favorita en la carrera hacia los Óscar con 15 nominaciones, entre las que destacan la de Película, Director, Actor, Actriz de reparto, Guión Adaptado o Banda Sonora y otras seis categorías técnicas.

INUSUAL

«Nací en circunstancias inusuales». Así comienza la adaptación de la historia de F. Scott Fitzgerald que trata de un hombre que nace con 80 años y va rejuveneciendo con la vida sin poder dar marcha atrás al tiempo.

El Benjamin Button de eric Roth, una adaptación libre

El relato original de F. Scott Fitzgerald ha servido de libre inspiración al guionista Eric Roth para crear una historia totalmente nueva a partir de la idea central, la del hombre que nace con aspecto de anciano y muere hecho un bebé, invirtiendo el ciclo vital. Como quiera que el texto publicado en 1921 tenía solamente 21 páginas, el argumento que da lugar a una película de casi tres horas introduce cantidad de novedades y no pocos profundos cambios.

Eric Roth conduce esta fantasía existencial y romántica hacia la narrativa que le valió el Oscar con «Forrest Gump», llevando a Benjamin Button a través de un paseo por la historia del pasado siglo, con viajes alrededor del mundo, a cuya ilustración ha contribuido Tarsem Singh como director de la segunda unidad, mediante una estética visual similar a la empleada en su película «The Fall».

Además, ha dotado de entidad propia al personaje de Queenie, la mujer que acoge al niño octogenario, para lo que ha tenido que eliminar a la madre biológica en el parto. Es una licencia que beneficia a la actriz afroamericana Taraji P. Henson, por permitirle aspirar al Oscar a Mejor Actriz de Reparto. M. I.

El equipo técnico y el sello del artista que hay detrás

A las nominaciones importantes de Oscar a la Mejor Película, al Mejor Director (David Fincher), al Mejor Guión Adaptado (Eric Roth), al Mejor Actor Principal (Brad Pitt) y a la Mejor Actriz Secundaria (Taraji P. Henson), se suman aquellas otras que se suelen considerar pertenecientes al apartado técnico. Pero habría que distinguir entre lo que es labor de equipo, como los efectos visuales, el maquillaje o el sonido, y lo que lleva el sello propio del artista que hay detrás. En «El curioso caso de Benjamin Button» es fundamental la fotografía digital de Claudio Miranda, quien ha colaborado estrechamente con David Fincher desde sus primeras películas. Para la banda sonora ha confiado en el músico francés Alexandre Desplat, que el pasado año ya estuvo nominado como compositor de «The Queen». También entra en las quinielas la diseñadora de vestuario Jacqueline West, encargada de repasar las modas asociadas a las décadas del siglo XX en una sola película. Los decorados son de Kelly Curley y Tom Reta, que han tenido que mezclar recreación histórica y fantasía para que encajen de forma convincente. M. I.

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