SEA pide abaratar el despido a la vez que compromiso a los trabajadores
La patronal alavesa pidió ayer a los trabajadores un compromiso para que apoyen a sus empresas y dejen de lado sus reivindicaciones, al tiempo que reclamó una reforma que abarate el despido, con el argumento de que así los empresarios «no tendrán miedo a contratar», según su secretario general, Juan Ugarte. Además Ugarte pidió que no se diga que hay empresas que utilizan ERE para camuflar despidos.
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«No es el momento de reivindicar, sino el de apoyar y el de la concertación», afirmó ayer el secretario general de la patronal alavesa SEA-empresarios alaveses, Juan Ugarte, para reclamar a la clase trabajadora que apoye a las empresas en el momento de crisis. Ugarte pidió a los trabajadores y sindicatos «compromiso con el proyecto empresarial», y aseguró que «lo último que se va a tocar» para salir de la crisis será el empleo.
Pero, a renglón seguido, el secretario general del SEA defendió una reforma estructural de la legislación laboral española para, entre otras cosas, abaratar el despido. Ugarte negó que esta medida aumentaría aún más las elevadas cifras de paro registradas actualmente porque, a su juicio, «se abarataría el despido pero las barreras de entrada al empleo se dulcificarían».
Ugarte sostuvo que con un despido más barato los empresarios «no tendrían tanto miedo a contratar si pueden saber cuánto les va a contar un despido» en una situación de crisis como la actual.
El secretario general de la patronal alavesa afirmó que cuando una empresa recurre a un expediente de regulación de empleo es porque «no tiene más remedio, porque es un recurso costoso y complicado».
Por ello, pidió que no se diga que hay empresas que utilizan los EREs para camuflar despidos y ha exigió «el máximo respeto a las empresas en situaciones complicadas» que recurren a estos expedientes.
En relación al expediente de Cegasa, que supondría el despido de 217 personas y que ha sido rechazado por el Departamento de Trabajo de Lakua, insistió en que «hay que respetar las decisiones empresariales». Asimismo, añadió que espera que la decisión de la Administración no se trate de una medida derivada de motivaciones electorales ante la cercanía de los comicios del 1 de marzo.
Ugarte deseó que la negativa al expediente «no termine con unas decisiones finales mucho más graves para la empresa y los trabajadores».
Problemas de financiación
Ugarte señaló que, pese al aumento del desempleo en Araba, las empresas de este territorio han hecho una «apuesta por el empleo» y sólo el 19% de las encuestadas por el propio SEA creen que si se mantiene la actual situación tendrán que tomar medidas de ajuste severas.
Según ese Barómetro Industrial que la patronal alavesa realiza periódicamente, el 17% de las empresas alavesas asegura tener dificultades para obtener financiación para desarrollar su actividad
Ugarte pidió a las entidades financieras que sigan dando liquidez al mercado, y afirmó que la situación de financiación de las empresas alavesas es mejor que en otros lugares, aunque apuntó que no todas las entidades están actuando de igual manera concediendo préstamos. Los sectores que no están teniendo ningún problema de financiación son las de los sectores químico y vinícola, seguidas de las de metal, servicios y artes gráficas, que presentan dificultades en un 12% o 13%.
El barómetro recoge que el 62% de las empresas encuestadas reconoce una caída de ventas totales y el 80% dice que han tenido una facturación igual o menor en los últimos meses. El 41% de las empresas reconoce tener un nivel de empleo inferior y el 36% considera que la actual situación económica se trata de una crisis transitoria de la que saldrán tras ciertos «ajustes del mercado», mientras que el 33% piensa que le puede afectar de forma muy importante a su empresa y el 31% que se trata de una oportunidad para consolidarla mejorando servicios y optimizando recursos.
ELA acusó ayer a la patronal de haber adoptado, frente a la crisis económica, una posición de «declaración de guerra a los contratos de trabajo y los derechos laborales» limitándose a introducir medidas estructurales que sólo buscan aumentar sus beneficios precarizando más las condiciones de trabajo y con las que pretende «colocarse mejor» para cuando se supere la actual coyuntura económica.
El responsable de negociación colectiva de ELA, Joseba Villarreal, denunció que «los salarios y el empleo que no tienen responsabilidad en esta crisis son quienes la están pagando exclusivamente». Villarreal censuró que, tras años de grandes beneficios, la patronal reclame «concertación social para lograr flexibilidad total, rebajas fiscales de las cotizaciones, abaratar aún más los despidos, mayores ayudas públicas, rebajas fiscales y más eventualidad», así como que las medidas que propone y aplica pasen por «un ajuste brutal del empleo». Añadió que el poder político «es sumiso» al financiero por lo que las medidas planteadas desde la Administración «son muy pocas y se sustituyen por propaganda», cuando en realidad lo que se requiere es un cambio de sistema. En este contexto, aseguró que ELA seguirá reclamando, en la negociación colectiva, menos precariedad, subidas salariales por encima del IPC, reducción de jornada, una fiscalidad progresiva e incremento del gasto social». El sindicato criticó también el rechazo del Departamento de Trabajo de Lakua «a cualquier posición sindical» e indicó que «el 80% de los EREs tramitados que van sin acuerdo se resuelven a favor de la patronal».
La patronal francesa Medef considera un «gran riesgo» la decisión de EEUU de limitar a 500.000 dólares la remuneración anual de los directivos que se beneficien de ayudas públicas, porque son «los más competentes para poner en marcha las soluciones».
