El director general de ITP, Ignacio Mataix, dio a conocer ayer el contrato cerrado con Rolls Royce -«un logro y un reto muy importante»- para fabricar una turbina destinada al Airbus A350 por el que facturará 4.900 millones de euros en los próximos veinte años.

Precisó que el acuerdo no tendrá repercusiones en el empleo a corto plazo, ya que la fase de producción industrial no comenzará hasta dentro de varios años.

Mediante ese acuerdo, ITP se convertirá en suministrador de la turbina de baja presión del motor Trent XWB, que equipará al futuro Airbus 350, un modelo grande, de doble pasillo, que entrará en servicio alrededor de 2013. Eso obligará a la compañía a realizar una inversión de 250 millones de euros, para atender tanto a las actividades de diseño, como a las de fabricación y montaje.

Mataix reconoció que para hacer frente a estas necesidades ITP tendrá que recurrir a «todas las fuentes de financiación posibles que existen en el mercado», pero rechazó revelar detalles al respecto.

El contrato, según Mataix, convierte a ITP en «el centro de excelencia mundial en diseño y fabricación en turbinas de baja presión» y en «el suministrador clave de turbinas de baja presión para los grandes motores civiles de Rolls Royce».

Adelantó que el proyecto incorporará las últimas innovaciones para las emisiones contaminantes, la huella sónica y el consumo de combustible. A las aerolíneas les supondrá, según Mataix, un ahorro del 20%.

El Trent XWB es, por el momento, el único motor destinado a equipar el A-350, un avión para 350 pasajeros, que tendrá un alcance máximo de 13.000 kilómetros y entrará en funcionamiento en 2013.

«Un enorme reto»

Equipar estos aviones supondrá para ITP pedidos del orden de 1.000 motores, repuestos incluidos. Airbus, según los directivos de ITP, tiene ya contratados más de 478 aparatos con 29 aerolíneas.

Mataix subrayó que este nuevo contrato «supone un nuevo paso en la alianza con Rolls-Royce para la motorización de los grandes aviones comerciales» y, al mismo tiempo, «un enorme reto que exigirá el máximo de nuestra eficiencia productiva para hacerlo viable».

Insistió en que tras este acuerdo, «prácticamente el 50% de los aviones de doble pasillo que volarán en los próximos 20 años en el mundo tendrá una turbina de baja presión diseñada y fabricada por ITP».