Dan Butler presenta su último trabajo en el festival Gay-lesbo-trans Zinegoak de Bilbo, una historia titulada «Karl Rove, I Love You». Su protagonista, un hombre que está enamorado de Karl Rove, el asesor principal del ex-presidente de Estados Unidos George W. Bush. El cineasta norteamericano ha dirigido, realizado y protagonizado este falso documental que dura 97 minutos y que se proyectará hoy (cine Capitol, 17.15 h.) en la jornada de clausura del festival. Porque Zinegoak llega hoy a su fin tras ocho jornadas en las que se han presentado largometrajes, cortos y documentales de temática homosexual. En la gala de clausura, que tendrá lugar en el Conjunto Vacío a las 00.30 h., se darán a conocer los ganadores de los cuatro premios oficiales y los otros tres no oficiales.

¿Cómo se sintió representando el papel de hombre enamorado de un asesor presidencial?

Las idea de representar el papel de una persona que se enamora de Karl Rove era algo divertido que me hacía reír. La película trata sobre una obsesión; es una tragedia romántica y no un filme político.

¿Qué le atrajo del personaje?

La percepción de que él estaba en la cima del poder junto al vicepresidente Dick Cheney, ya que ambos eran quienes realmente manejaban el país. Me resultaba muy atractivo e interesante porque era una persona que no se detenía ante nada, no tenía límite moral. Él sabía lo que quería, lo hacía y nadie podía atribuirle nada.

¿Qué acogida ha tenido en Estados Unidos, teniendo en cuenta que la sombra de Bush planea sobre el argumento?

Ha sido bien recibida, con buenas críticas. El público piensa que es un documental, pero no lo es. Es un documental falso, lo que crea bastante sorpresa. En realidad, es una comedia.

¿Qué diferencia hay entre Karl Rove y usted?

Yo soy muy buen mozo. En principio, me atrajo su personalidad comprometida, pero Karl Rove no tiene límites, no le importa lo que tenga que hacer para lograr su cometido y esto es lo que nos diferencia a ambos. Sus opiniones políticas son diferentes, porque él es más conservador que yo.

¿Le hubiera gustado ser director de campaña de Obama, por ejemplo? ¿En ese caso, qué le propondría?

No creo que necesite un director de campaña. La recomendación que le haría es que fuese más atrevido. Obama está tratando de gustar a todos y por este motivo tiene que lanzarse más.

¿Cómo ha resultado la experiencia de trabajar como actor secundario en películas como «El silencio de los corderos» o series tan conocidas como «Fraiser»?

«El silencio de los corderos» fue hace tiempo y me pareció una experiencia extraordinaria; el director era excelente. Yo interpreté a un entomólogo y tuve la oportunidad de trabajar con ellos. «Frasier» también fue una muy buena experiencia, porque Kelsey Grammer (el protagonista) fue muy generoso y quería que todo el mundo tuviera la oportunidad de lucirse.

¿Había realizado antes una película tan arriesgada y tan comprometida políticamente?

Escucho mis propias ideas y si son buenas las saco adelante. Cuando la filmamos en 2004, no pensé que fuese un proyecto arriesgado. Los programas políticos en la televisión consistían en gente que se gritaba la una a la otra, mientras que, con esto, se trataba de tocar el tema desde una perspectiva de humor y usar un lenguaje diferente.

¿Una película comercial trata de modo adecuado la homosexualidad o, por el contrario, se tiende a caer en los tópicos?

Las películas comerciales tienden a ser muy políticamente correctas, tratan de mostrar algo que no ofenda a nadie. En Zinegoak, por ejemplo, se muestra todo el espectro, porque el objetivo no es ser aceptado, sino ser creativo. Ya que si uno no se siente preocupado por ser aceptado es porque lo tiene asumido y se puede liberar esa creatividad. A mi me gusta una cita de Gandhi que dice: «Sé el cambio que quieres ver en los demás», y el cambio ya está hecho. En mi película, el personaje es gay, pero no es el tema principal porque yo lo tengo asumido.

¿Qué le parece que se celebren festivales como el de Zinegoak?

Me encantan porque el ambiente es muy festivo y muy rico. Además me gusta encontrarme con otros actores, directores... y esto me da energía para seguir. Es un apoyo mutuo.

¿Tiene previsto participar en más festivales con este filme?

El año pasado buscábamos promocionar la película en festivales pero ahora es al revés: en estos momentos los propios festivales son los que me piden el filme, como en este caso.