GARA > Idatzia > Iritzia > Txokotik

Txisko Fernández Periodista

Con una pinza en la nariz

Para caminar por esta campaña electoral conviene que nos pongamos una pinza en la nariz o, para mayor comodidad, una de esas mascarillas que usan por el Lejano Oriente. Hace tiempo que nuestro medio ambiente está atufado por el apartheid y, como ocurre con el humo de las papeleras, habrá quien se haya acostumbrado a respirar, sin notarla, la peste antidemocrática que sueltan las chimeneas de La Moncloa, la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo.

No obstante, si uno de estos días se acercan ustedes a Bilbo y pasean cerca de la Ría, por la orilla de Uribitarte, podrían llegar a sorprenderse al olfatear un ambiente enrarecido. No es un olor que recuerde a aquellos humos de Altos Hornos. No es eso. La fuente de la que emana ese aroma tan particular se encuentra junto a los Jardines de Albia, en Sabin Etxea. A falta de células olfativas privilegiadas, me dejaré guiar por mi intuición: creo que ese hedor es una mezcla de sudor nervioso -por la gran tensión, propia de estos momentos electorales, que se estará viviendo en la sede jeltzale- y de putrefacción ideológica -olor que no desaparece bajo la ducha-.

Que a estas alturas el jefe del PNV, Iñigo Urkullu, lance el discurso de «la pinza» para presentar a su candidato a lehendakari como un triste pelele al que, al unísono, embisten, por un lado, el tándem PP-PSOE y, por otro, ETA, sólo puede responder a una falta total de olfato cívico. Si Ibarretxe va a centrar su campaña en presentarse como un crucificado entre dos ladrones, ya tiene un cadalso a su medida, el que le ha preparado su colega candidata Izaskun Bilbao ante el Parlamento de Gasteiz. Allí quedaría impecable el cuerpo corrupto de la no-consulta, entre un mástil con la rojigualda borbónica y otro con la ikurriña que diseñaron los Arana, la auténtica «pinza» que impide a este pueblo avanzar hacia su soberanía.

Hace tiempo que los buitres jeltzales y los españolistas vuelan en círculo esperando a lanzarse sobre la izquierda abertzale, pero ésta no está dispuesta a convertirse en un bello cadáver. Me huelo que tras el 1-M tampoco podrán hacerlo.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo