Raimundo Fitero
Sin cobertura
Estamos rodeados de nieves, cielos grises tirando a negros y eso nos deja sin cobertura. Lo dicho por la ONU sobre la Ley de Partidos Políticos que tanto usan los partidos españoles para irse arreglando el mapa electoral debe ser una entelequia inexistente. Sale el ministro del ramo y habla de la nieve, de las alertas, de que viene el lobo. Lo otro, aseguran, está en manos de los jueces. ¿Será verdad? El Relator de la ONU lo dice claro, pero los jueces solamente leen lo que les mandan leer, y lo escrito desde ese estamento de la diplomacia global lo tienen restringido, o al menos guardado hasta que hagan lo que tienen que hacer, que es lo que todos dicen que van a hacer y como no hagan lo que todos aseguran que van a hacer, entonces verán lo que hacen por dejar de hacer lo que todos están seguros que harán. Y seguimos sin cobertura.
En según que telediarios, periódicos o radios, ni existe, ni existirá. La ONU es muda y ágrafa, solamente se usa para dar trabajo a los traductores y para que ocupen unos minutos anuales de las programaciones televisivas. El resto del año, como mucho, un adorno y como se metan en asuntos internos, no les mandamos el jamón por navidades. Es lo mismo que la supuesta corrupción del PP que ya se acerca a los privilegiados por aznarismo más rotundo, pero que según donde te pongas a mirar caer la nieve en la pantalla no existe, ni se le menciona, y eso que está al frente de la movida el Súper Juez, el Ilustrísimo Señor Don Baltasar Garzón, que su dios le mantenga el espíritu justiciero y le de las fuerzas para cargar sobre sus hombros todo lo que lleva a cabo con tan buen tino. ¿Por qué no lo nombran Juez Global, o mejor aún, Universal o Cósmico? ¡Qué poca generosidad con este hombre que no duerme y solamente come considerandos!
Se habla con mucha rapidez de lo que sucede en el Senado americano o de las cuitas de Berlusconi con el Presidente de la República italiana. Y la nevada nos viene estupendo para arrancar las conversaciones. Desde octubre no tenemos señales del calentamiento global de la Tierra. ¿La crisis ha apagado los fogones, las calefacciones y aparcado los automóviles?