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El rechazo vecinal a Otaola lleva a otro lizartzarra a la Audiencia Nacional

El vecino de Lizartza Peio Olano será juzgado esta mañana en la Audiencia Nacional española por una denuncia interpuesta por Regina Otaola el 7 de setiembre de 2007. La alcaldesa impuesta, del PP, le acusó de espetar un «Otaola, vas a morir» y ahora la Fiscalía española solicita en su contra una condena de cuatro años de prisión, una multa de 24.000 euros y el veto a regresar a Lizartza en diez años.

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G.M. |

La alcaldesa ilegítima de Lizartza, Regina Otaola, del PP, volverá hoy a acaparar la atención mediática que tanto agradece después de que haya conseguido que la Audiencia Nacional española juzgue esta mañana al lizartzarra Peio Olano, para quien la Fiscalía solicita una condena de seis años de prisión, una multa de 24.000 euros y la prohibición de regresar a su pueblo en diez años. La única prueba para la acusación, también en esta ocasión, será la palabra de la propia Otaola contra la del vecino de Lizartza.

A partir de las 10.30, Peio Olano estará sentado en el banquillo de los imputados de la Audiencia Nacional española acusado de un «delito de atentado de los artículos 550 y 551.2 (amenaza o intimidación grave contra Autoridad de Corporación Local) en concurso ideal con un delito de amenazas». Algo que, por ser la denunciante de la conocida política de Eibar, para el vecino de Lizartza se traduce en una petición fiscal que asciende a varios años de cárcel, una milonaria cuantia económica y el detierro por una década.

Los hechos se remontan al 7 de setiembre de 2007, tres meses después de que el PP se hiciera con la Alcaldía de Lizartza con sólo 27 votos, frente a los 186 que obtuvo la fuerza que históricamente ha gobernado este municipio guipuzcoano: la izquierda abertzale. Y es que Otaola protagoniza en Lizartza la segunda legislatura de «apartheid» político tras cuatro años bajo mando del jeltzale Joseba Egibar.

Aquel día, víspera de las fiestas patronales de Lizartza, Otaola llegó al pueblo guipuzcoano junto al resto de los ediles del PP con los que compone la Corporación municipal, con el objetivo anunciado de colocar la bandera española en el mástil principal del Ayuntamiento.

«Delito de atentado»

Para entonces, Otaola ya había colocado la rojigualda en el salón de plenos, retirado las fotos de los presos políticos de Lizartza y borrado del municipio las pintadas y reivindicaciones.

Mientras colocaba ante decenas de medios de comunicación la enseña española, por primera vez desde el franquismo, frente al edificio consistorial decenas de lizartzarras realizaban una concentración en defensa de la ikurriña. La Ertzaintza identificó a quienes portaban la pancarta, e incluso amenazó a los que les exigían que hablasen en euskara. La primera edil y el resto de concejales del PP abandonaron el pueblo sobre las 9.45 horas, entre gritos de «Ikurrina geurea» y «Otaola kanpora».

Pero la cosa no acabó ahí. Poco antes de la una del mediodía, la Ertzaintza volvió a personarse en Lizartza para hacer entrega de sendas citaciones a dos personas. Sería después, en una nota de prensa, cuando Regina Otaola expuso ante la opinión pública que según su versión uno de ellos le dijo «vas a morir». Fue a Peio Olano al que acusó de amenazarla, y a una segunda persona, de injuriarla.

En palabras de la Fiscalía española la acusación es la siguiente: «Así, y con el ambiente ya caldeado, sobre las 9.15 y cuando Regina Otaola, en el cumplimiento de sus funciones constitucionales y democráticas, procedía al izado de las banderas oficiales en el balcón del Ayuntamiento, el acusado Pedro María Olano, número 2 de las listas de «Lizartzako Abertzale Sozialistas», señalando a la alcaldesa con el dedo, en alta voz y gesto amenazante y visible para todo el mundo, le dijo `Otaola, vas a morir', con la intención de, no solo perturbar el desarrollo del acto democrático que se estaba celebrando, si no de amedrentar gravemente a la alcaldesa, por cuanto la misma era sabedora de la militancia radical del amenazante».

Y así, Regina Otaola consigue de la Fiscalía española solicite seis años de cárcel para Olano.

«Ikurrina geurea»

Mientras Regina Otaola colocaba la bandera española en el balcón consistorial, decenas de personas se concentraban en el exterior bajo el lema «Ikurrina geurea». Después, la política de Eibar interpuso dos denuncias en Tolosa.

Una vecina de 61 años ya ha sido condenada a cuatro años de cárcel con otra denuncia del PP

Desde que el Partido Popular con tan sólo 27 votos se apoderó de la Alcaldía de Lizartza en junio de 2007, varios vecinos del municipio guipuzcoano han sido acusados, juzgados y multados. Si bien las cuantías económicas ascienden a varios miles de euros, algunos por «injurias» y otros por los atestados policiales de la Ertzaintza por realizar, según Lakua, concentraciones o protestas sin permiso previo de las autoridades, la más significativa y dura de las medidas ha recaído sobre una lizartzarra de 61 años, a quien el Juzgado de Gipuzkoa condenó hace meses a cuatro años de cárcel.

Pocos días antes del 7 de setiembre de 2007, día en el que Regina Otaola acusó a dos vecinos de Lizartza, entre ellos a Peio Olano, se celebró la tradicional misa de la ermita de Sagrarioko Ama. Al término de la liturgia, un grupo de vecinos mostró su malestar por la presencia de la edil del PP Begoña Pereira. Varios lizartzarras protestaron con ikurriñas, hasta que la Ertzaintza facilitó su salida del pueblo.

Gracias a la denuncia interpuesta por Pereira, una mujer de 61 años de Lizartza fue condenada hace escasos meses a una condena de cuatro años de cárcel y a pagar una multa de 1.800 euros, por un supusto delito de «atentado a la autoridad». En el auto judicial se recoge que «la acusada dirigió el palo de su bandera contra una edil que intentaba subir a su vehículo, si bien su escolta desvió el golpe y sólo consiguió rozarle una ceja». Por ello, cuatro años de prisión.

A todo ello, a las innumerables situaciones de tensión que ha padecido Lizartza, se añade la situación que vive el getxoztarra Zigor Goikoetxea, que se encuentre a día de hoy en la cárcel con la única base de la palabra de una edil del PP en su contra. G.M.

402 firmas

El PP se hizo con la Alcaldía de Lizartza con sólo 27 votos, mientras que la izquierda abertzale recabó 186. Pero para reclamar la salida de Otaola del pueblo guipuzcoano fueron 402 las firmas recabadas. Casi la totalidad del pueblo.

«Vas a morir»

La Fiscalía española acusa al lizartzarra de espetar un «Otaola, vas a morir» contra la alcaldesa ilegítima. Dice, además, que lo hizo señalándolo con el dedo, «en alta voz y gesto amenazante y visible para todo el mundo».

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