Situación crítica
Arrancan cuatro meses de finales sin opción al tropiezo
El Eibar necesita poner fin a una mala racha que lo mantiene hundido en puestos de descenso y amenaza la continuidad de su técnico.
EIBAR-HUESCA
A.U.L. | EIBAR
Cuatro meses de finales. Parece un panorama poco apto para personas de tensión delicada, pero también el único que puede plantearse el Eibar.
Suena exagerado, pero se adapta la realidad de un equipo que, si quiere mantener la categoría, necesita sumar la mitad de los puntos que disputará de aquí a junio. Y teniendo en cuenta el lamentable rendimiento de los azulgranas a domicilio -cinco puntos y apenas tres goles marcados en doce desplazamientos-, no cabe duda de que los diez encuentros que acogerá Ipurua en esta segunda vuelta serán, efectivamente, finales. Incluso Carlos Pouso, tan poco amigo de usar la dichosa palabra como la mayoría de los profesionales del fútbol, reconoce que el choque entra en esa categoría. «Se dice que una final es, en realidad, cuando te juegas algo definitivo. Pero a mí me parece que es un partido bastante trascendente, un partido clave para nosotros», aseguró, aún admitiendo que «si ganamos, no habremos hecho nada, pero si lo perdemos, quedamos en una situación bastante delicada». Sobre todo el propio técnico que, pese a las muestras de confianza recibidas en los últimos días, se verá en la obligación de hacer las maletas si hoy no consigue los tres puntos.
Pouso confía, obviamente, que no sea así. Y basa su optimismo en el grado de implicación y unidad -«más, si cabe, que de costumbre», aseguró- que percibe en el club. También en la mentalización de los jugadores aunque, en este sentido, Pouso reconoce que, como ya ha sucedido en alguna otra ocasión anteriormente, el exceso de motivación puede jugar malas pasadas en forma de «prisas y tensión», tan peligrosas como inevitables en estas situaciones.
Novedades
Ante un Huesca que, «como demuestra la clasificación, está haciendo muy bien las cosas», Pouso alineará un once muy parecido al que cayó en Tenerife el pasado domingo. Albert Yagüe, titular en el Rodríguez López, se une a la lista de bajas pero, a cambio, el técnico recupera a Biel Medina y Raúl García, aunque el hernaniarra puede llegar un poco justo.
La del central es, de hecho, una de las novedades previstas en la formación azulgrana, a la que también pueden regresar Paco Sutil y Lluis Codina. En el banquillo se sentará, por primera vez, Rudy Carlier -Ísmodes, recién superada su lesión, es quien parte con más papeletas para ser el jugador descartado- que, teniendo en cuenta la ausencia de Yagüe, tiene también muchas posibilidades de disputar sus primeros minutos con la camiseta azulgrana.
El Huesca, por su parte, llega con sus dos delanteros titulares -ambos marcaron en la derrota armera en El Alcoraz en la primera vuelta- entre algodones. Pese a los problemas físicos que arrastran, Antonio Calderón ha incluído a Roberto y Rubén Castro en la expedición aunque, salvo sorpresa, sólo el primero partirá en el once titular.
Los socios están respondiendo a la iniciativa del club y ya han retirado 500 de las entradas gratuitas puestas a su disposición, con lo que se espera que Ipurua presente un buen aspecto esta tarde.