«Oso latza izan da». Las palabras de Joxe Arregi aún resuenan en Zizurkil y en el resto de Euskal Herria casi tres décadas después de su muerte. El 13 de febrero de 1981 fue detenido en Madrid por la Policía española, y en virtud de la «legislación antiterrorista» permaneció nueve días en régimen de incomunicación. El noveno día, cuando fue trasladado a prisión, su cuerpo estaba reventado por completo. «Oso latza izan da», logró relatar el zizurkildarra a los tres presos políticos que coincidieron con él en la Prisión-Hospital de Carabanchel, donde falleció a las pocas horas.

Han pasado 28 años desde entonces, y hoy, en Euskal Herria cada 13 de febrero se conmemora el Día contra la Tortura. Por este motivo, ayer -también el miércoles y el jueves en universidades y centros educativos- se celebraron movilizaciones en decenas de localidades vascas, para recordar a Joxe Arregi y, además, para subrayar que tres décadas después la práctica de la tortura sigue siendo una realidad sangrante en este país, tal como constata el informe de 2008 de Torturaren Aurkako Taldea, que recoje otros 62 casos de maltrato a manos de las fuerzas policiales españolas.

7.000 torturados

Y es que, como ha recordado el movimiento pro amnistía con motivo de esta jornada, en los últimos 40 años son más de 7.000 los ciudadanos vascos que han sufrido «esta barbaridad». «En la locura represiva contra Euskal Herria los diferentes gobiernos de turno han utilizado la tortura», apostilla.

Para el movimiento pro amnistía, el Gobierno español utiliza la tortura «como herramienta política para acabar con la lucha por la independencia» y, a tal objeto, «para conseguir información política, lograr autoinculpaciones de los detenidos y infundir el miedo entre la ciudadanía vasca».

Para denunciarlo, ayer hubo movilizaciones en Mutriku (60 personas), Bermeo (40), Azpeitia (70), Zumaia (50), Getaria (47), donde seis personas, con capuchas y manos atadas, hicieron un simulacro de torturas, Deba (50), Plentzia (28), Urduliz (18), Zaldibia (40), Alde Zaharra de Bilbo (110) -hicieron una manifestación y una burrunbada-, Iruñea (100) ante el Parlamento, Elorrio (100), Ibarra (50), donde también hicieron una parodia, Lesaka (104), Lazkao (72), Elizondo (45), Arbizu (45), Trapagaran (23), Zarautz (150), Otxandio (72), Berango (40), Gares (25), Durango (280), Erromo (50), Galdakao (65), Algorta (230), Orereta (300), donde además se proyectó un vídeo sobre la tortura, Hernani (230), Arrigorriaga (27), Sopela (45), Ondarroa (158) -denunciaron que el pueblo estaba tomado por la Ertzaintza-, Indautxu (70), Lezo (40), Leitza (40), Barañain (183), Donostia (280) y Urretxu-Zumarraga (45).

Identificados en Gasteiz y Leioa

En Gasteiz, por otra parte, la Ertzaintza identificó a dos personas que participaban en una exposición que durante todo el día denunciaba la tortura en la calle Dato. Según denunciaron a GARA, los policías dijeron a estas dos personas que iban a ser imputados por «un delito de injurias y calumnias contra las FSE» porque, según manifestaron, «aquí no se tortura». Los ertzainas, que habrían actuado con una «actitud chulesca», se llevaron el material que estaba siendo repartido, aunque los paneles siguieron expuestos. En Leioa, donde se reunieron 60 personas, la Ertzaintza identificó a otros dos vecinos.