La Autoridad Portuaria de Bilbao (APB) confirmó ayer la situación de crisis económica debido a la reducción de la acti- vidad en el transporte marítimo. El puerto actúa como un termómetro de la actividad económica y en este momento ha encendido la luz roja. A la vez, José Ángel Corres, presidente de ese organismo, señaló desconocer la profundidad de la caída de la actividad.

El tráfico del año pasado cayó un 1,54%, hasta los 39,4 millones de toneladas y la reducción se notó sobre todo en el último trimestre. Con datos cerrados de enero, el descenso de la actividad portuaria alcanzó el 25%, según confirmó Corres, aunque otros puertos españoles han tenido también importantes retrocesos, como el de Valencia, que ha reducido su actividad en los primeros treinta días del año en un 27%. «No esperamos nada. No sabemos hasta dónde llegará esa baja actividad, pero está claro que en los primeros seis meses no nos vamos a recuperar. Esperemos que en el segundo semestre de 2009 mejore la actividad», precisó.

Tres medidas

La Autoridad Portuaria de Bilbao ha adoptado tres medidas directas para impulsar el tráfico de carga por las instalaciones portuarias. La primera medida es reducir las tasas a los buques de pasajeros hasta el 3,1% «hasta donde nos permiten nuestros estados financieros». La segunda media es la demora en el cobro de las tasas de ocupación de los terrenos del puerto o de los cánones de concesión del 25% durante 90 días, «lo que redundará en un aumento de la capacidad de financiación de las empresas que ocupan parcelas en el puerto». La tercera medida del equipo que dirige José Ángel Corres supone la inversión de 54,4 millones en el desarrollo de dos nuevas zonas portuarias. «Es una inversión potente para mejorar la línea de atraque del puerto», precisó.

En la comparecencia anual, José Ángel Corres explicó que en los últimos cinco años la actividad portuaria de Bilbo ha ido en alza, sin embargo en 2008 ha descendido «en línea con la coyuntura económica». Hasta setiembre el puerto de Bilbo «registró cuatro meses de retrocesos y cinco de avance en el tráfico de mercancías», pero en el último trimestre las caídas fueron del 3,68%, del 18% y del 13,47%, respectivamente. En enero, la caída es del 25%.

No obstante, Corres señaló que un 60% de la actividad del puerto está garantizada mientras el resto depende de la actividad económica. Por ejemplo, en diciembre no entró ni un sólo barco de chatarra para la Acería Compacta de Bizkaia (ACB), aunque ha cambiado la tendencia.

Con la evolución de 2008, el puerto de Bilbo sigue siendo el cuarto del Estado español por tráfico de mercancías, tras Algeciras, Valencia y Barcelona, que sí experimentaron crecimientos durante el pasado año. La actividad económica propia cerró el ejercicio con un volumen de facturación de 69,9 millones, lo que supuso un aumento del 3,97% con respecto a 2007. Los recursos generados alcanzaron los 39 millones, 0,9 millones más que un año antes.

Corres destacó que la crisis no afecta al cómputo general de la mercancía en contenedores, ni a los graneles líquidos, que crecieron un 4% y un 2% respectivamente, registrando los «mejores resultados de su historia».

En concreto, el contenedor fue el envase que mejor evolucionó y cerró el año con más de 6,1 millones de toneladas.