Queda un largo camino, no cabe duda, pero los últimos resultados han posibilitado que Osasuna recobre la esperanza, después de cinco meses en los que la permanencia había parecido poco menos que una utopía.

El equipo rojillo, de hecho, se ha apuntado al vagón de los mejores en las cuatro últimas jornadas. Con dos victorias en El Sadar ante Mallorca y Valencia y otros tantos empates en sus visitas a Villarreal y Deportivo; los navarros sólo han sumado menos puntos que los dos primeros clasificados. Mucho decir, teniendo en cuenta que el Barcelona -que ha sumado diez puntos en estos cuatro últimos encuentros- permanece imbatido desde la primera jornada de Liga y que el Real Madrid -pleno, con doce puntos- acumula ocho triunfos consecutivos.

Evidentemente, no es la batalla de Osasuna. Y mejor, porque sus rivales directos se están moviendo muy lejos de esas cifras. Algo que ha permitido a los navarros salir de puestos de descenso para empezar a depender exclusivamente de sí mismos, e incluso acercarse a sus predecesores en la clasificación. Aún hay desventaja por reducir -cuatro puntos respecto al Recreativo de Huelva y cinco respecto al Betis-, pero el tan temido «corte», que parecía evidente hace escasísimas semanas, se va difuminando.

También se amplían diferencias con la cola de la tabla, a la que tan apegados han permanecido los rojillos durante meses. No en vano, los dos últimos clasificados arrastran una trayectoria última inversa a la de Osasuna. Es en esa comparación, en la que atañe a los equipos que pelean por eludir el descenso, donde los números del cuadro navarro invitan a la esperanza.

Frente a los ocho puntos sumados por el equipo de Camacho en estas cuatro últimas jornadas, Betis y Recreativo han sumado cinco, el Espanyol -que no ha sido capaz de ganar un partido desde el pasado dos de noviembre- ha tenido que conformarse con tres y el Numancia se ha quedado a cero. El próximo visitante del Sadar acumula nada menos que cinco derrotas consecutivas, lo que ayer, por cierto, le costó el puesto a Sergio Kresic.

Lamentablemente, sí hay un rival que mantiene el ritmo de los rojos. El Mallorca, que ha sumado siete y que, de hecho, está pegado a Osasuna, con los mismos 21 puntos y sólo con el gol average en contra, lo que lo mantiene en descenso.

Al 200%

Por eso, porque las distancias son todavía exiguas y porque la primera vuelta ha bastado para comprobar lo complicado de sumar puntos, en Osasuna insisten en que no se confunda esperanza con euforia. Ni siquiera con un mínimo de tranquilidad.

«Relajación, ninguna -subrayaba ayer Walter Pandiani-. No estamos para relajarnos, porque la situación sigue siendo muy complicada y si te relajas, puedes caer en cualquier momento». Todo lo contrario de si el equipo mantiene el nivel de entrega de las últimas jornadas. Un aspecto en el que, en su opinión, se encuentra la clave de la salvación. «Osasuna siempre se ha caracterizado por mucho trabajo y sacrificio. No lucimos por el fútbol, pero sí que en cada disputa vamos al 200%. Se está produciendo un cambio grande en ese sentido y hay que seguir así», abogó.

Empezando por el choque ante el Numancia, que considera «clave. Tenemos una gran oportunidad», aseguró.