El Gobierno japonés se tambalea tras la dimisión del ministro de Finanzas
GARA |
El ministro japonés de Finanzas, Shoichi Nakagawa, dimitió ayer por comparecer aparentemente borracho tras la última reunión del G7 en Roma, lo que puede dar el tiro de gracia al impopular Gobierno de Taro Aso, cuando el archipiélago vive una profunda recesión económica (12,7% durante 2008).
Las dificultades de Aso para agotar su mandato hasta setiembre se han agrandado con el escándalo de Nakagawa, uno de sus más cercanos aliados y que ayer decidió renunciar, aconsejado por sus compañeros, para no ahondar la crisis de gobernabilidad.
Con unos índices de popularidad menores al 10% y el país sumido en la mayor recesión de los últimos 35 años, la torpe aparición de Nakagawa en Roma para hablar de las medidas de estímulo, medio dormido, con dificultades para articular palabra y el pelo revuelto, no llegan en un buen momento.
Nakagawa dio muestra ayer de su errático comportamiento. A primera hora se negó a dimitir, después anunció su renuncia para después de la aprobación de los Presupuestos para 2009 y finalmente presentó su dimisión a última hora de la tarde a Aso, que la aceptó.
Aso, que ha vinculado su mantenimiento en el cargo a unos proyectos presupuestarios para acabar con la desaceleración económica, se enfrenta a nuevas críticas internas de su grupo parlamentario, el Partido Liberal Democrático (PLD), tras cinco meses como primer ministro.
Su correligionario y ex primer ministro Jonichiru Koizumi ha levantado la voz contra el gabinete de Aso, preparando el camino para la lucha interna en el PLD, un procedimiento usual para formar la sucesión en un partido que lleva más de medio siglo en el poder.
La cartera de Nakagawa, quien vinculó su estado en la rueda de prensa del sábado a los medicamentos y al cambio horario, ha sido ocupada por el actual titular de Economía, Kaoru Yosano.
Yosano doblará sus funciones frente a una crisis que se cree que es la peor desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, debido a la caída de las exportaciones a un ritmo desconocido desde que la segunda economía mundial comenzó a orientarse como un gigante exportador.
Los cabezazos somnolientos de Nakagawa podrían haber pasado tan desapercibidos como cuando se equivocó 26 veces en un discurso o fue fotografiado en la Dieta viendo la televisión en su teléfono, pero esta vez hasta sus compañeros, como el ex primer ministro Yoshiro Mori, han recordado su afición a la bebida y ven acertada su dimisión.
En plena visita de Clinton
La crisis del Gobierno japonés coincidió con la visita a Tokyo de la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, que mostró su apoyo a Aso frente a Corea del Norte en su denuncia de programa nuclear de Pyongyang.
Asimismo, invitó al mandatario japonés a visitar al presidente de EEUU, Barack Obama, en Washington.