Hace quince años que Robert Redford, acompañado por John Turturro y Ralph Fiennes, estrenaba «Quiz Show». Aquella película, metáfora sobre una sociedad que busca a través de la televisión la confirmación y sublimación de los fundamentos que sostienen al «sueño americano», dejaba a la vista la falta de recursos éticos de las sociedades capitalistas. Surgida de «Remembering America», un libro publicado en 1988 por el abogado Richard Goodwin, en uno de sus capítulos revelaba el fraude perpetrado por los concursos de la televisión americana durante los años cincuenta y setenta. Los sucesos de la novela denunciados en torno al programa «Veintiuno» fueron más tarde integrados por el guionista Paul Attanasio dentro de una intriga narrativa cercana a un thriller de investigación judicial para la cinta de Redford. El tema de «el fraude» de los concursos televisivos, salvando las distancias espaciales y culturales, sigue vigente. De hecho, los concursos para que un ciudadano común y corriente se convierta en millonario en un abrir y cerrar de ojos vuelven a aflorar en las televisiones en tiempos de ¿crisis? Sin ir más lejos «Quién quiere ser millonario» se emite actualmente en 55 países. Unos cuantos años después, y con el sistema capitalista patas arriba, Danny Boyle regresa a la gran pantalla con un cuento de hadas sobre «desfavorecidos» que triunfan gracias a la televisión. Ayudado por el magnifico guión de Simon Beaufoy («Full Monty»), basado en la novela de Vikas Swarup «Slumdog Millionaire», la cinta está nominada a diez premios Óscar, entre ellos a la Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión Adaptado. Con una historia de amor y los concursos televisivos de por medio, el director de «Transpotting» rueda con habilidad secuencias en las que se retratan las duras condiciones de vida en los suburbios de Mumbay. El realizador británico entremezcla vigorosamente el humor y la musicalidad bollybodiense con el drama, realizando una película que, en Occidente, algunos encuentran excesivamente almibarada y en la India, insultante. Sea como fuere, el largometraje lleva una trayectoria comercial envidiable, además de haber recibido el apoyo de la mayor parte de la crítica anglosajona. Rodada en Mumbai, la capital del cine de Bollywood de la que Boyle se confiesa enamorado, «Slumdog millonaire» ha recaudado cuatro Globos de Oro, seis premios BAFTA, diez nominaciones a los Óscar y más de 300 millones de euros. Veremos que pasa el domingo. Mientras tanto, los habitantes de Nheru Negar no creo que tengan dinero para ir al cine.