El nuevo enviado de la ONU para el Sahara aboga en Rabat por reanudar la negociación
GARA |
El nuevo enviado de la ONU para el Sahara, Christopher Ross, intentó ayer en Rabat lograr un acuerdo con Marruecos para reanudar las negociaciones sobre el futuro de este territorio, antes de dirigirse a los campamentos de Tinduf (Argelia) con el mismo objetivo.
Ross, nombrado el 7 de enero para el puesto, inició el miércoles su primera gira por la zona, rodeado de un gran hermetismo y entre dudas sobre el éxito de su misión, para conocer la situación sobre el terreno. Responsables de la ONU han advertido de que se trata sólo de los primeros contactos con las partes implicadas para evaluar las posibilidades de volver a sentar a Marruecos y al Frente Polisario en la mesa de negociaciones en Manhasset (EEUU), lo que no sucede desde marzo de 2008.
Christopher Ross se entrevistó ayer con el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Taib Fasi Fihri, y responsables del Corcas (Consejo Real Consultivo para los Asuntos Saharauis) y dijo estar en «posición de escucha». La víspera, el portavoz del Gobierno y ministro de Comunicación, Khalid Naciri, señaló que «Ross encontrará en Marruecos la misma disponibilidad mental y la misma buena fe pedida por el Consejo de Seguridad para hacer avanzar el proceso».
Marruecos propone para el Sahara, antigua colonia española rica en fosfatos, un plan de autonomía bajo su soberanía y rechaza la independencia. El Frente Polisario, por contra, defiende un referéndum de autodeterminación en el que la independencia sea una opción. Las dos partes aceptaron en 1991 un alto el fuego auspiciado por la ONU, pero la promesa de la consulta nunca se ha concretado por las discrepancias sobre la elaboración del censo electoral.