Tonos negros, rojos, verdes, estampados de perlas, tejidos de seda, lana... así es la nueva colección que ayer presentó Miriam Ocariz en la Fashion Week de Madrid. Una diseñadora que, a las puertas de presentar sus propuestas para la temporada otoño-invierno 2009/2010 -en esto de la moda, las estaciones corren muy deprisa-, ya está preparando la colección para la primavera-verano del próximo año. Hace dos semanas viajó a París para descubrir nuevos tejidos («acabo una colección y ya estoy prácticamente pensando en la siguiente»), aunque también reconoce que «no terminas de arrancar, porque todavía tienes la cabeza en el trabajo que tienes que presentar en Cibeles». La creadora bilbaina es una veterana en el mundo de la moda y no sólo es una vieja conocida de la feria madrileña: en 1996, presentó su primera colección en solitario en la pasarela Gaudí de Barcelona.

Denos algunas claves sobre su colección, «secreta» hasta ayer.

Es una colección en la línea de mi trabajo. Por una parte, utilizo prendas muy estructuradas y elaboradas, con bastante trabajo de corte y, por otra lado, elaboro las prendas con estampados, que considero una de las señales de mi identidad. También hay que mencionar que las colecciones de invierno, en general, tienen menos vida que las de verano.

¿Qué colores, estampados y tejidos ha utilizado en esta ocasión?

En cuanto a color, utilizo bastantes tonalidades como el negro, el blanco y el negro mezclados, el rojo, el color mostaza, el rosa o el verde quirófano. Son colores que van salteados: el rojo en varios casos es monocromático; en otros, en cambio, es un estampado que simula una especie de selva roja. En cuanto a estampados, he utilizado blancos y negros, mezclándolos y en distintos tamaños. Otro estampado que he utilizado es el de perlas fotografiadas, que se van acumulando y creando una especie de textura que va en aumento. En lo que se refiere a tejidos, en la colección he usado una gran variedad: seda, lana, de punto de distintos pesos más finos, más gruesos...

¿Cuáles han sido sus fuentes de inspiración?

No suelo tener una inspiración concreta. En general, tiene que ver con la evolución de mi trabajo. Quizá he tendido a simplificar las estructuras, aunque sigan siendo muy elaboradas. Me gusta mucho mezclar, tanto los dibujos como los estampados.

¿Con qué expectativas se presenta en Cibeles?

Con ganas de que guste y de que salga todo bien. Llevo años participando en las pasarelas. Primero estuve en Cibeles, luego en Gaudí y ahora, de nuevo, en la pasarela madrileña.

Seis meses de duro trabajo reflejados en tan sólo trece minutos de pasarela, ¿Se ha quedado algo fuera?

No hay nada que quisiera sacar y no haya sacado. Podría haber sacado toda la colección que he preparado, pero hubiera resultado muy largo. Es mejor que se quede una sensación general. Siempre hay que hacer una selección, ya que mis colecciones, por ejemplo, suelen ser más grandes de lo que luego presento en la pasarela.

¿Cómo es el proceso de creación de una colección?

Comienzo mirando tejidos y, casi a la vez, empiezo a pensar en estampados e ideas... Lo que ocurre es que, al principio, te llegan muchas ideas que, al desarrollarlas, las tienes que descartar. Después hay que pensar en las formas, los patrones... y, poco a poco, vas construyendo la colección. El proceso es como un puzzle entre tejidos, formas y estampados, tres elementos que considero esenciales.

¿Cree que el glamour y la elegancia existen realmente o que es algo subjetivo y personal?

Creo que hay una diferencia entre el glamour y la elegancia. La elegancia es más de la persona. Para ser elegante tienes que cuidar las formas, el comportamiento, la actitud... elementos que son tan importantes o más que la ropa.

¿Le resulta complicado conservar la esencia y, a la vez, innovar?

Es difícil pero, a la vez, es fundamental. El proceso de la moda, en general, es complicado porque es constante, no tiene parón. Lo ideal es poder distanciarte un poco de tu trabajo para analizarte y evolucionar. Hay que absorver muchas cosas para que te transmitan más ideas, más sensaciones... pero siempre dentro de tu propio estilo y de tu visión, sin perder la esencia.

¿Cómo le afectan las críticas? ¿Le son fáciles de llevar?

Me agradan, si son buenas y constructivas. Lo que ocurre es que, a veces, las críticas suelen ser muy superficiales. Es algo que está ahí, que hay que asumirlo y afrontarlo; y cuando no son buenas, hay que sacar siempre lo mejor.

¿Qué prenda le resulta menos atractiva?

Es difícil elegir una. Yo creo que depende mucho de la manera de llevarla y de la personalidad de cada uno. Puede resultar que sea una prenda que te guste pero, según como se lleve, no te diga nada o, por el contrario, que sea una que no te va mucho y al llevarla con estilo, te guste.

¿Se nota también la crisis económica en el mundo de la alta costura?

Sí que se nota, porque además la alta costura es un producto del que la gente puede prescindir muy fácilmente.

¿Cree que para vestir bien hay que tener un poder adquisitivo determinado?

Es relativo. Yo más bien creo que tiene que ver con el estilo y la personalidad de cada uno. Hay mucha gente que viste de rastro o con ropa prestada de su hermana, su madre... y tiene mucha más gracia que tal vez alguien que va con un montón de dinero encima.

¿Se puede decir que la moda y el arte van de la mano?

Yo creo que eso depende de cada diseñador, de lo que se quiere transmitir y de lo que ves de ti mismo. Para mí, la moda, ante todo, es diseño y expresión. Algunos diseñadores prefieren lo comercial y otros la parte más creativa. Dependiendo de cada diseñador hay dosis mayores o menores de arte. Entre los diseñadores más artísticos y con mayor creatividad, Balenciaga es un clásico en el estudio de las formas y los volúmenes. Se ve que tiene una sensibilidad muy grande. Los japoneses también, a nivel conceptual, tienen mucha influencia del arte.

¿Considera que la moda es a una pasarela lo que una obra de arte a un museo?

No. La pasarela es un escaparate en el que presentas tu trabajo de la manera más completa que puedes. En una pasarela, por un lado, está la ropa pero, también, es importante la actitud de las modelos, el maquillaje, el peinado, los complementos, la música... Es una forma de plasmar tu trabajo.