La advertencia del Departamento de Interior de que actuaría para impedir el desarrollo el 1 de marzo de una consulta popular «dentro y fuera» de los colegios electorales de Muskiz sobre la planta de coque ha obligado a los opositores al proyecto a cambiar sus planes. Conscientes de la importancia de que «se escuche la voz del pueblo», la Coordinadora Anti-Coke avanza que va a articular una «iniciativa novedosa» para conocer la opinión de los vecinos.

«Será de una forma peculiar como se consultará a la ciudadanía», comentaron desde la plataforma, preocupados por las consecuencias que pudiera haber tenido mantener su idea inicial de aprovechar los comicios para preguntar acerca del polémico horno de coque. La amenaza de Interior les ha hecho cambiar de planes para evitar la represión sobre la consulta. Los detalles de la iniciativa se conocerán el martes, en una rueda de prensa.

La propuesta de consulta fue respaldada por 1.200 muskiztarras y elevada al Pleno del Ayuntamiento del 11 de diciembre, donde la abstención de los seis ediles del PNV y el voto en contra de los tres del PSE, impidió que se aprobara su convocatoria; tan sólo los cuatro corporativos de EA la apoyaron. Interior justificó el martes su prohibición en que el Ayuntamiento no había refrendado la consulta, al no existir mayoría absoluta.

Con la intención de que todo el proceso sea democrático y transparente, se creó hace ya un tiempo una comisión de garantías, integrada por personas de diferentes sensibilizadades, que parece estar detrás del cambio. La nueva consulta, ya sin la amenaza de Lakua, se desarrollará a lo largo del mes de marzo, aunque no se ha querido adelantar el método elegido.

Ni dentro ni fuera

A pesar de que el Pleno municipal no refrendó la convocatoria, en enero, el alcalde de Muskiz, Gonzalo Riancho (EA), elevó una consulta a la Junta Electoral de Bizkaia para saber si la Coordinadora Anti-Coke podría situarse en los exteriores de los colegios electorales para llevar a cabo su iniciativa.

Fue el martes cuando el Departamento de Interior respondió a los convocantes, negándoles la posibilidad de que se colocasen dentro y fuera de los centros de votación para conocer la opinión de los muskiztarras sobre el controvertido proyecto de la filial de Repsol.