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SEGUNDA Siete puntos separan la tercera plaza

El ascenso se aleja tras no remontar a un rival bien equilibrado

El gol de Rubén Navarro al minuto de juego obligó a jugar contrarreloj a la Real, que no fue capaz de crear ocasiones ante un Hércules muy trabajado que sólo sufrió en el último cuarto de hora del partido.

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REAL SOCIEDAD 1

HÉRCULES CLUB FÚTBOL 2

Joseba ITURRIA | DONOSTIA

Las opciones de ascenso de la Real se reducen de manera muy importante tras perder ante un rival directo que encontró la máxima efectividad a las dos ocasiones que fabricó. La primera al minuto de juego condicionó el partido porque, si la Real ya salía muy necesitada para lograr la victoria, esa ansiedad se incrementó y se tradujo en un fútbol demasiado acelerado y en un juego directo que no ofreció resultados positivos.

Sólo cuando Sergio le dio la pausa que le caracteriza al juego realista empezó a llegar con mayor peligro y así se logró el gol de Xabi Prieto, que pudo marcar un segundo tanto en un disparo bien despejado por Calatayud. Esa combinación entre la casta de un equipo que no se quiere dar por derrotado y la pausa que le puso Sergio debió bastar para lograr el empate porque el Hércules tampoco hizo ocasiones para merecer ganar, pero hay que reconocer que los alicantinos demostraron ser un equipo mejor que el realista.

Un equipo con las ideas claras

El Hércules ha sido el único equipo que en el cómputo de los dos partidos ha sido superior a la Real, independientemente del resultado. En su once inicial había nueve jugadores que han estado en Primera y sólo uno bajaba de los 26 años, edad que en la Real sólo superaban Bravo, Aranburu y Abreu.

Ese oficio le ayuda a saber a lo que juega y en eso hay que descubrirse ante el mérito de su entrenador Juan Carlos Mandía, que ha conseguido un bloque muy equilibrado. Es el segundo equipo menos goleado y el cuarto que más goles marca. Con muy poco es capaz de hacer dos goles como ayer y en defensa demuestra ser un equipo bien trabajado. Cada vez que recibía un realista el balón tenía a un alicantino pegado a él y otros dos al acecho. Así la Real fue incapaz de generar una sola ocasión de peligro clara hasta el remate de Xabi Prieto del minuto 74 que sacó Calatayud.

Al no poder combinar y para aprovechar la envergadura de Abreu, la Real apostó por un juego directo, pero los centrales alicantinos mantuvieron el tipo y su buena colocación le permitió no sufrir con los rechaces. Además su defensa zonal en las jugadas a balón parado que se convertían en la última alternativa realista, que enviaba al área todas las faltas que se cometían en el campo visitante, le permitió no conceder remates en esas acciones. Sólo en el último cuarto de hora sufrió porque la Real pudo combinar con criterio y porque Lillo acumuló hombres de ataque en una apuesta que no le salió bien por poco.

Pero ésa es la diferencia entre la Real y el Hércules, que jugó ayer igual que en la primera vuelta. Uno tiene envidia de un equipo en el que nadie tiene dudas del once y del sistema que va a alinear. Eso se refleja en el campo porque su juego colectivo con balón y sin él está muy bien trabajado y coordinado.

A la Real le falta eso. Más que debatir sobre los sistemas, lo que necesita este equipo es tener una forma de jugar definida, un esquema claro y unos jugadores que tengan continuidad en él. Ayer la apuesta de Lillo fue lógica. Un ariete como Abreu te pide jugar con un segundo delantero para que vaya a por los balones que él deja, pero al mismo tiempo te obliga a sentar a un jugador de la calidad y velocidad de Marcos para que no se rompa el equipo por un déficit en el trabajo defensivo.

Pero si juega Moha el equipo no entra por banda izquierda porque ha perdido la chispa que tuvo y cuando se apuesta por un juego directo tienes un hombre que por su baja estatura va a perder todas las disputas. Castillo tampoco tuvo su día ayer y, como por el centro el Hércules defendía bien y apenas se jugaba porque la Real buscaba generalmente balones largos a sus puntas, la banda derecha se convirtió en la preferida por los blanquiazules para atacar.

El ejemplo de Carlos Martínez

Carlos Martínez simbolizó lo que fue el partido de la Real. Se pasó todo el partido haciendo sprints por su banda, pero tanta generosidad en el esfuerzo se traduce en imprecisión. Se hartó de lanzar centros, pero la mayoría fueron desacertados. En uno de ellos nació la contra del primer gol, en la que Tuni aprovechó la subida del navarro y la falta de una cobertura para avanzar sin oposición y centrar un balón que Rubén Navarro remató de manera muy meritoria.

Si el partido ya era difícil con el 0-0, con el 0-1 aumentó la ansiedad realista y la precipitación hasta el punto de que en 74 minutos sólo se pudieron contabilizar un cabezazo de Abreu y disparos lejanos sin peligro.

El Hércules tampoco hizo nada más que un remate de Tuni, pero en su segundo acercamiento con peligro Tote envió el balón al larguero y Rubén Navarro acertó para lograr el 0-2. Lo mejor del partido es que la Real no se vino abajo y apeló a la épica en busca de la remontada. Ese espíritu compensado con la pausa de Sergio permitió a los de Lillo llegar mejor al área y recortar distancias, pero faltó tiempo para la remontada.

La derrota hizo salir a Anoeta con la sensación de que el ascenso es casi imposible, pero los jugadores no pueden arrojar la toalla. Está muy difícil porque siete puntos y otros tantos equipos por delante son muchos, pero sólo cabe luchar como lo hicieron mientras haya opciones.

Lillo: «Se da por hecho que no hay opciones, pues de perdidos al río, quedan 17 partidos»

Preguntado sobre si sentía que se había escapado el tren del ascenso ayer, Lillo respondió que «alguno estimará que está imposible. Vamos a verlo... Ahora se ve todo tan difícil, tan épico, que hay que apelar a la épica. No creo que se ha ido el tren, pero me imagino que eso estará en la cabeza de muchos. Si ése es un punto de partida, de que no vamos a obtenerlo, veremos si lo conseguimos... El golpe de Zaragoza nos ha dado un mazazo gordo, ahora ya no queda más. Se da por hecho que no hay nada que hacer, que no hay posibilidades.. Pues de perdidos, al río, porque faltan diecisiete partidos».

Sobre el juego directo de su equipo dijo que «no necesitamos de mucha elaboración para llegar y para crear peligro» y del triple cambio señaló que «lo iba a hacer con el 0-1, pero aún con el 0-2 es de esos partidos que veía que si metíamos un gol podíamos remontar y de hecho pudimos hacerlo en el paradón que ha realizado Calatayud».

Del desarrollo del partido apuntó que «me ha gustado mi equipo con matices. Hemos empezado con 0-1 con el peor equipo para ponerte por detrás por su oficio. A partir de ahí nuestro intento ha sido constante en los noventa minutos y es el partido en el que más presencia hemos tenido, con equivocaciones como ser demasiado lineales, pero eso tiene que ver con la ansiedad».

Juan Carlos Mandía destacó que «era un partido muy difícil, porque la Real tiene un equipo muy físico, con jugadores con un potencial enorme y juegan casi todo directo». Joseba ITURRIA

Minuto de silencio y brazaletes por Román Galarraga

La Real lució brazalete negro y se guardó un minuto de silencio por la muerte de Román Galarraga, ex portero y ex entrenador blanquiazul fallecido ayer. Nacido el 9 de agosto de 1921 en Deba, defendió la portería de la Real siete temporadas, con 125 partidos, y como entrenador dirigió 74 encuentros en las campañas 1964-65 y 1965-66.

Hondarribia inicia la gira con el Centenario

La Real se entrena a las once en Hondarribia dentro de la gira que este año efectuará por Gipuzkoa para festejar su centenario. Por eso el club ha obsequiado a los ayuntamientos de Oarso-Bidasoa con la bandera del Centenario para que la ondeen.

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