Fútbol Segunda División
El Deportivo Alavés da señales de vida en Valencia
Por primera vez esta temporada el equipo albiazul consigue marcar tres goles fuera de casa. Primera victoria desde la llegada de Javi López al banquillo.
Rafa ANAYA | VALENCIA
El Deportivo Alavés logró un valioso e imprescindible triunfo en Valencia para seguir alimentando sus opciones de permanencia. Después de cuatro jornadas a la deriva, sumaron tres puntos y demostraron que creen en la salvación. Fue la primera victoria del conjunto albiazul desde que Javi López asumiera el cargo de entrenador tras la destitución de Manix Mandiola.
El Glorioso aprovechó la historia favorable de un campo talismán como el del Levante, donde lleva 28 años sin conocer la derrota. Con un pésimo balance de cuatro de los últimos veinticuatro puntos, tenía la necesidad de enderezar el rumbo antes de que fuera demasiado tarde. Acuciado además por las bajas, el Glorioso no podía aplazar durante más tiempo su reacción. Y así lo hizo, sobreponiéndose a las adversidades y superando a un rival que, aunque irregular, era temible.
El Alavés salió enchufado desde el primer minuto y en su primera aproximación ya hizo bingo, cuando Javi Guerra culmina una triple ocasión con disparo final a bocajarro del jugador más adelantado de los blanquiazules. Este gol afianzó a los alaveses, que ganaron en seguridad y se hicieron dueños del centro del campo ante un dubitativo Levante, pero la alegría para los gasteiztarras duró bien poco, porque al cuarto de hora, un más que discutible penalty por agarrón de Garro sobre Xisco Nadal derivó en el empate.
Cambio de papeles
Entonces el guión cambió por completo. Los valencianos comenzaron a desperezarse y a obligar a que el Alavés diera un paso atrás y perdiera el control del esférico. Astudillo intentaba tomar el timón del equipo, pero para entonces el fútbol de los vitorianos no era tan fluido como al principio.
Pero cuando más presionaba el Levante, fueron los visitantes los que volvieron a adelantarse en el marcador pasada la media hora de juego tras una falta lanzada magistralmente desde más de veinticinco metros por Edu Albacar, cuyo golpeo mandó el balón a la escuadra de Mora. De ahí hasta el descanso la igualdad fue la nota predominante y hubo ocasiones por ambos bandos. Así, Almirón conectó un intencionado cabezazo que cogió bien colocado a Mora. Acto seguido, fue el Levante el que pudo empatar tras una falta botada por Parri que Bernardo despejó con apuros.
En la reanudación, el Alavés salió muy motivado y con la intención de no verse sorprendido. Llorente entró por Cuevas y el Glorioso no quiso especular. Los de López no querían confianzas y buena muestra de ello es que a los seis minutos fue Juanjo el que sorprendió al Levante al hacer el tercer gol, poner el marcador en franquicia y dejar el partido muy favorable. El viento corría a favor de los de Gasteiz, que se adueñaron del balón. Pero en una jugada aislada el marcador se volvía a estrechar, después de que Iborra recortara distancias con quince minutos por jugarse.
Pero el Alavés no se amilanó y supo contemporizar e incluso pudo haber sentenciado al contragolpe, sobre todo en los minutos finales, cuando Javi Guerra y Juanjo, en una doble oportunidad, no supieron matar el encuentro.
Los de Javi López pasaron por alguna situación de apuro, no tanto por el peligro en ataque del Levante, sino porque el Deportivo Alavés se encerró en su campo y corrió el riesgo de que algún balón dividido arruinara su botin. Pero finalmente se mantuvo firme y dejó la impronta de un punto de inflexión que ahora deberá de refrendar en Mendizorrotza.
El técnico del Alavés se mostraba muy satisfecho por la consecución de su primer triunfo en el banquillo gasteiztarra. «El mérito es de los jugadores. Espero que este triunfo les sirva para seguir creyendo en lo que hacen. La victoria nos ha metido en la pomada de la permanencia y nos da gasolina también para el futuro».
Javi López reconoció que su equipo debió de haber sentenciado el encuentro. «Tuvimos opciones para ello, pero cuando no sentencias, el partido queda abierto y no habría sido justo que nos hubieran empatado, porque el triunfo es merecido y el trabajo de los jugadores ha sido muy bueno».
Se le preguntó a López si había observado cambio de mentalidad en sus jugadores: «No puedo hablar del pasado, sólo del presente y a los jugadores los veo implicados, con unas ganas enormes de hacer las cosas bien y cuando se trabaja bien siempre hay más opciones de ganar partidos».