Nada tuvo que ver ayer el partido que el USAT y el Getxo Artea femenino disputaron en tierras catalanas con el que jugaron hace tres semanas en Fadura. El conjunto de Perpinyá ofreció su mejor imagen, y no dio opción a las gualdinegras, que recibieron un severo correctivo en este partido de vuelta de la final de la Copa de Europa de clubes. El 83-3 puede dar una idea más que nítida de cómo se desarrolló el encuentro.

El USA Toulouges XV feminin dominó de inicio a fin el encuentro, sacando a la luz además lo mejor de su repertorio. Un gran juego a la mano, una tres cuartos poderosísima y un alto ritmo a la hora de mover el oval fue la principal baza para que el conjunto catalán se hiciera con una victoria incontestable. Pero las diferencias no sólo estuvieron en el juego, también en el aspecto físico.

De nada sirvieron el coraje y la entrega habitual de las getxotarras en este tipo de partidos, ya que fue prácticamente imposible frenar las embestidas de las locales. «Había ocasiones en las que necesitábamos hasta tres o cuatro jugadoras para placar a una de ellas», relataba con resignación Nerea Martínez. «Ellas nos han metido mucha presión, han jugado de una manera impresionante a la mano y para nosotras ha sido casi imposible hacer nada», añadía la jugadora vizcaina. Pese a ello la experiencia para las jugadoras del Getxo Artea ha sido excepcional y esperan repetir la próxima temporada, aunque para ello tendrán que volver a ganar la Copa.